Las mujeres eran captadas mediante engaño en sus países de origen, Colombia y Ecuador.
Eran obligadas a prostituirse tras llegar a España donde eran sometidas a vigilancia mediante medios tecnológicos.
Los dos entramados que habrían colaborado en el pasado y trabajaban con un modus operandi similar, es decir, mujeres en situación de vulnerabilidad y necesidad económica a las que convencían mediante el engaño para viajar a nuestro país.
Una vez en España, las trasladaban a los diferentes prostíbulos que regentaban y donde las informaban del verdadero trabajo a desempeñar.