La noche en la que Cristiano Ronaldo estuvo ausente surgió un jugador al que nadie esperaba. Álvaro Arbeloa se erigió en el líder de su equipo para meter al Real Madrid en octavos de final. Y lo hará como primero de grupo. Vista la diferencia ante el Galatasaray, pese a que jugó más de una hora con diez por la expulsión de Ramos, no hay discusión sobre quién ha sido el mejor del grupo. Queda por ver quién será segundo. Todo hace indicar que será la Juventus.
El Bernabéu se vistió de gala para apoyar a Cristiano Ronaldo en su carrera por el Balón de Oro. 45.000 caretas del delantero luso y pancarta procristiano. Tras ese particular homenaje se vio que la ausencia de CR7 se nota y mucho. Los primeros minutos dibujaron a un Madrid sin profundidad y eso que Balé tuvo un mano a mano con Iscan a los tres minutos.
Una expulsión hace reaccionar al Real Madrid
El Galatasaray apenas sufría en defensa y solo las internadas de Marcelo pusieron algo de emoción en el arranque. Jesédesaprovechó una de esas acciones al entretenerse demasiado al disparar. El partido era monótono, sin chispa. Pero llegó la jugada clave del partido. Clave para la goleada del Madrid por extraño que pudiera parecer.
Umut Bulut ganó la espalda a la defensa y Sergio Ramos le derribó cuando ponía rumbo a Casillas. William Collum no lo dudó: roja directa. Ancelotti se vio obligado a quitar a Jesé, mala suerte para el chaval, y meter a Nacho. La expulsión tuvo un efecto efervescente para el equipo blanco. Es curioso pero no la primera vez que ocurre en el Bernabéu.
El Real Madrid dio un paso al frente y Bale rindió su particular homenaje a Cristiano. Una falta lejana fue transformada por el galés en el 1-0. El golpe fue muy bueno y el balón subió y cayó con inusitada violencia, pero también hay que decir que Iscan regaló mucha portería.
El Bernabéu andaba celebrándolo aún cuando un pase envenenado de Drogba, que firmó un gran partido pese a no marcar, acabó en las botas de Bulut que no falló ante Casillas. Gareth Bale aún gozó de la última ocasión antes de desfilar ante vestuarios. Su disparo se fue arriba.
Festival Álvaro Arbeloa
Tras el descanso ocurrió lo menos pensado. Arbeloa tomó el mando de las operaciones. Primero apareció cual delantero centro para rematar en boca de gol un centro medido de Di María y luego fue objeto de un penalti que el colegiado no vio y castigo con amarilla por fingir. No se desanimó el lateral.
La entrada de Xabi Alonso acabó de cambiar el panorama. El tolosarra se comió el centro del campo e hizo recular al Galatasaray. Un paso atrás que fue mortal. Una gran contra por la derecha acabó en gol de Di María tras una asistencia de Arbeloa.
Con el Madrid volcado al ataque Drogba pudo acortar distancias tras un gran cabezazo pero apareció Casillas para volar y recordad que sigue ahí, esperando la titularidad.
Pero vamos con Arbeloa, el inesperado protagonista. El cuarto gol también nació de sus botas. Robo un balón, ante la tremenda ovación de la grada, y montó una contra que culminó Isco con toda su calidad. El defensa se tragó un recorte de manual y el malagueño definió como un auténtico crack.
El Real Madrid va a más. El día que faltó Cristiano goleó jugando con diez. Y hasta se lució Arbeloa, uno de los señalados habituales. De momento esperan los octavos de final. El Real Madrid acudirá como primero de grupo.