Sin opción a la siesta para el Barcelona ante el Granada
El Barcelona vuelve a jugar en un horario fatídico para ellos. A las cuatro, la hora de la siesta, se jugarán buena parte de sus opciones por la Liga BBVA ante un Granada necesitadísimo para evitar el descenso. Los nazaríes ya ganaron a los culés la pasada temporada, pero en esta ocasión los azulgranas parecen otro equipo diferente y además Neymar, Messi y Suárez llegan en plena forma.
Otra vez el horario maldito. Otra vez el sueño que amenaza al Barcelona del mismo o de mayor modo que lo hace el Granada. La siesta no es una opción para los azulgranas en el Nuevo Los Cármenes, pues un sueñecito de 90 minutos puede suponer el adiós definitivo a la lucha por la Liga BBVA. Cuatro puntos son muchos ante el Real Madrid, y siete son ya demasiados, así que a comer pronto, a tomarse una buena taza de café o un refrigerio con cafeína y a olvidarse de lo sucedido ante el Málaga para recordar el encuentro ante el Manchester City.
Sí, comparando es obvio que el Granada no sale ganando en el hombre a hombre con el cuadro inglés, pero el descenso ya no aprieta sino que ahoga, y el hecho de jugar en casa puede ser un aliciente para los chicos de Abel Resino, que ya sabe lo que es derrotar al Barcelona cuando dirigió al Atlético. Además el conjunto nazarí ya dio la sorpresa la pasada temporada cuando derrotó por 1-0 a los culés, y quién nos dice que ahora no va a suceder lo mismo.
Cierto es que este Barça es otro Barça. Que este equipo parece ser igual o casi igual en nombres pero no en idea ni en motivación. Un año en blanco pesa, pesa mucho en la historia de un club como el catalán, y dos ya serían demasiada lacra para una entidad acostumbrada a ganar siempre. Muchas circunstancias hay, unida a que no es habitual que el Barcelona falle dos encuentros de Liga BBVA seguidos, y ya ha fallado contra el Málaga.
Súarez completa el tridente
Deberán despertar todos y no dejarse llevar ni por el sueño ni por el cansancio de la Champions. Las rotaciones son una opción, dando entrada a Xavi por Iniesta y a Rafinha por Rakitic. Arriba por fin parece que el tridente funciona. Que las tres piezas de la ofensiva están coordinadas y que Messi no sólo tiene ya en Neymar a un compañero de juegos, sino que parece que Luis Suárez está cómodo con la elástica azulgrana.
No sólo pelea. No sólo lucha. Ya también marca. Ya también hace goles y da puntos y victorias a los suyos. Nadie ha dudado de su puntería ni de su calidad salvo quizá él mismo por autopresionarse demasiado. Los dos tantos ante el Manchester City no hacen sino elevar por fin la moral de un jugador que llegó a Barcelona envuelto en condicionantes por su sanción y que ahora está por fin adaptado a lo que de él se espera. Ya todos bailan al mismo son.
Una victoria necesaria
El Granada bien puede ser su siguiente víctima. Lo cierto es que el efecto Abel Resino no está siendo muy efectivo, pues desde que llegó para suplir a Joaquín Caparrós el equipo no ha salido del descenso. Es más, salir de él está a cuatro puntos, y ahora empieza a quemar más que nunca el alargado 'infierno' de la Segunda división. Las prórrogas se han acabado, y ahora por más Barça que visite tu feudo es obligado dar la cara y buscar la victoria.
Ya no se puede mirar ni los colores de la camiseta del rival ni el escudo que lucen en ella. Queda Liga BBVA aún, pero cada partido que pasa es un partido menos para lograr un objetivo que para todo club modesto es fundamental. La permanencia, estar una temporada más en la élite, es el título que quiere el Granada. Sobre el papel la diferencia entre ambos equipos es notoria, pero la necesidad nazarí por la victoria puede igualar la contienda.