Murray destrona a Djokovic en el Foro Itálico
Andy Murray se ha impuesto por un doble 6-3 al serbio Novak Djokovic en 1 hora y 37 minutos de juego, y conquistó el Masters de Roma por primera vez en su carrera tras lograr su primera victoria sobre tierra batida sobre el número uno del mundo.
El tenista británico Andy Murray se impuso hoy por un doble 6-3 al serbio -defensor del título- Novak Djokovic, en 1 hora y 37 minutos de juego, y conquistó el Masters de Roma por primera vez en su carrera, el día en que cumplía 29 cumpleaños. Murray, que nunca había ganado a Djokovic en tierra batida y que perdió 12 de los últimos 13 duelos contra el serbio, encaró el partido con agresividad, tanto al saque como en la respuesta, y logró imponerse en dos mangas.
En la premiación, el británico recibió, además del trofeo de campeón, una tarta para celebrar su cumpleaños. El jugador, que había bromeado ayer en una rueda de prensa sobre el hecho de que esa fecha no le traía buena suerte, revirtió la tendencia en la tierra batida del Foro Itálico. El tenista de Glasgow confirmó sus grandes números al resto en este torneo y, tras aprovechar al máximo su única rotura de la primera manga, fue muy eficaz en las dos oportunidades creadas en el segundo, lo que le permitió sellar la victoria final. Se cierra así una gran semana para Murray, que gana el torneo sin conceder ni un parcial en los 5 encuentros jugados.
El británico, que desde el lunes será número 2 del ránking mundial ATP, había disputado dos finales este año, en el Abierto de Australia y en Madrid, y conquistó hoy su primer título de la temporada. Se trata de una auténtica hazaña, ya que en los últimos 11 años el campeón del torneo había sido o el español Rafa Nadal (7) o Djokovic (4). El serbio, que había ganado las últimas dos ediciones del torneo italiano, rompe su racha positiva y pierde el segundo Masters 1000 de los últimos ocho disputados. Sin embargo, la temporada del número uno mundial sigue siendo muy positiva, ya que cuenta con cinco títulos y un registro de 9-2 en los partidos disputados sobre tierra, algo que puede darle optimismo de cara al próximo Roland Garros.