Fernando Alonso ha vuelto este domingo a subir al podio casi dos años después en su debut con la escudería Aston Martin. El piloto asturiano ha cerrado un fin de semana de ensueño en el que dominó en los entrenamientos libres, cuajó una gran clasificación y ha firmado un carrerón en el que le tocó ponerse el mono de trabajo para remontar.
Tras una mala salida en la que cayó de la quinta a la séptima plaza en detrimento de los dos Mercedes y un toque sin importancia con su compañero de equipo, Lance Stroll, Alonso tiró de experiencia y oficio para volver a los puestos de cabeza.
Su primera víctima fue George Russell, que no puso las cosas nada fáciles y se resistió bastante. Finalmente, el asturiano consiguió imponerse gracias al gran ritmo que tenía su Aston Martin en cuanto la degradación empezó a hacer mella en los neumáticos del Mercedes.
En la segunda mitad de la carrera, Alonso se topó en pista nada menos que con el siete veces campeón del Mundo, Lewis Hamilton. Tampoco iba a ser tarea fácil pasar al británico, pero tras un gran enfrentamiento en el que ambos lograron adelantarse, el español logró la que, entonces, era la quinta plaza.
Poco después de adelantar a Hamilton el Ferrari de Charles Leclerc, que rodaba tercero, se paró, y las posibilidades de podio se dispararon. Para ello debía adelantar a un Carlos Sainz que empezaba a sufrir por la gran degradación de sus neumáticos, problema que ha acusado el equipo italiano durante todo el fin de semana.
Los dos españoles nos brindaron una preciosa lucha por el podio en la que el asturiano terminó imponiéndose.