El equipo español masculino de waterpolo se ha clasificado para los cuartos de final de los Juegos Olímpicos con una victoria inapelable ante Francia, 10-4, que solo le deja a la espera del desarrollo de la jornada del domingo para conocer su primer rival en los cruces.
Montenegro será el último compromiso de los de Gabi Hernández en esta fase de grupos, en la que llevan seis puntos, como Croacia e Italia, por 4 de Montenegro, 2 de Estados Unidos y ninguno de Francia. Los franceses se presentaban en este choque con un pobre balance goleador de 15 tantos en tres partidos.
La defensa de España aún les rebajó la media y les dejó en cuatro goles en el choque disputado en la piscina Maria Lenk. Los franceses salieron dispuestos a aprovechar la última oportunidad de engancharse al torneo y maniataron a los españoles en los primeros compases.
Un tiro imparable de Gonzalo Echenique a la esquina de la portería, refrendado por otro tanto de Marc Roca, devolvieron a los franceses a la realidad. Kovacevic lo intentó desde lejos, pero sus lanzamientos salieron muy desviados y Marzouki fue el único que vio puerta en ese parcial, aprovechando la primera superioridad francesa (1-2).
Francia no levanta cabezaEl técnico francés Florian Bruzzo pidió un tiempo muerto a 48 segundos del primer descanso con escasos frutos: aún hubo margen para que Marzouki fallase un penalti y para que de nuevo Echenique venciese la resistencia de Garsau. Los galos tiraron poco y de forma poco eficaz, a lo que contribuyeron tanto su falta de puntería como los palos y el acierto de López Pinedo.
Marzouki y Peisson lo intentaron a la desesperada, mientras Munarriz y Fran Fernández estaban muy atentos al robo de balones. Los tiradores españoles aumentaron su renta con un parcial de 3-0. Un gran tanto de Albert Español a pase de Echenique cerró el segundo cuarto. Francia fue incapaz de montar un contragolpe en condiciones en todo el partido.
No fue hasta el final del tercer parcial que marcó su segundo gol, obra de Crousillat. Otro palo del mismo jugador desesperó a los franceses, que encararon el cuarto final con una desventaja de cinco goles (7-2).
Después de que Molina marcase de penalti, Crousilllat encontró por fin recompensa a su esfuerzo con el 8-3, pero un zurdazo de Mallarach restableció las diferencias. Los españoles no aflojaron y no pasaron apuro alguno para certificar su pase a los cuartos de final.