Los de Jordi Ribera han aparcado la decepción que supuso caer en semifinales ante Dinamarca (33-35), que terminó con sus aspiraciones de bordarse la tercera estrella, para apabullar a su 'bestia negra' de los últimos años, que le apartó del camino de la gloria en los Mundiales de 2019 y 2015.
Con un parcial de 4-0 de salida, los 'Hispanos', de la mano de un acertado Rodrigo Corrales y un inspirado Alex Dujshebaev, se hicieron con una buena renta que les permitió afrontar tranquilos pero concentrados la segunda mitad, en la que terminaron de hundir al combinado galo para colgarse su cuarta medalla mundialista y decimoquinta de su palmarés.
La primera medalla en un Mundial para el equipo español llegó en el año 2005 en Túnez, donde la selección española, entonces dirigida por Juan Carlos Pastor, se proclamó por primera vez en su historia campeona del mundo, tras imponerse por 40-34 a Croacia en la gran final.
Seis años debería esperar el equipo español para volver a subir al podio en una cita universal, tras colgarse la medalla de bronce en el Mundial de Suecia 2011, tras vencer por 23-24 a los anfitriones en el partido por el tercer puesto. Un bronce que se convirtió en oro dos años después, en 2013, cuando los Hispanos se alzaron, bajo la batuta de Valero Rivera, con su segundo título de campeones del mundo, al derrotar por un contundente 35-19 a la de Dinamarca en la final del torneo disputado en España.
Palmarés mundialista que la selección española completó este domingo, tras colgarse la medalla de bronce en el Mundial de Egipto, tras imponerse por 35-29 a Francia en El Cairo.