Tras una primera parte excelente del conjunto castellonenses, el Celta despertó en la segunda parte, cuando ya perdía 3-0, para anotar dos goles casi seguidos y devolver las dudas defensivas al Villarreal, al que tuvo contra las cuerdas pero no logró rematar.
La avalancha inicial amarilla acabó encontrando premio antes del cuarto de hora, cuando Pedraza aprovechó una dejada de Sorloth para marcar con un disparo cruzado a la escuadra. Después, el Villarreal volvió a golpear en una acción a balón parado en la que Mandi puso el 2-0.
Rafa Benítez decidió intervenir tras el descanso para reactivar a su equipo con un triple cambio, pero la apuesta pareció saltar por los aires a los 20 segundos, cuando Kevin cometió un penalti sobre Alberto Moreno que transformó Parejo.
El Celta, aparentemente noqueado, se enganchó al partido tras un gol de Douvikas, que rentabilizó en el segundo palo un mal despeje de la defensa local. Al Villarreal de repente se le aparecieron fantasmas y dudas del pasado y el Celta vio un hilo de esperanza del que tiró Strand Larsen para anotar el segundo tanto, poco después, tras una gran acción colectiva.
En plena tormenta gallega, Jorgensen evitó el empate con una gran parada tras un remate a quemarropa de Strand Larsen. El partido, muy accidentado, se fue hasta los 15 minutos de descuento, en los que el Celta, que volvió a rozar el empate en un remate de Douvikas, nunca dejó de empujar a un Villarreal que supo sobrevivir a las embestidas del rival y a sus propios miedos.