Laporta disimuló pagos a Negreira entre gastos de Relaciones Públicas
El diario El Mundo publica la contabilidad del Barça, durante la primera etapa de Laporta, en la que cuelan los pagos al ex número 2 de los árbitros en los asientos contables entre invitaciones de entradas, camisetas conmemorativas, comidas de trabajo o regalos para compromisarios.
Joan Laporta se ha preparado a conciencia para la rueda de prensa que dará el próximo lunes 17 de abril, a las 11 horas, en el Auditori 1899 del Camp Nou. Según cuentan personas de su entorno, el presidente pretendía dar explicaciones mucho antes, muy confiado en su facilidad de palabra, en su oratoria y en su gran capacidad de convicción, pero el departamento de comunicación del Barça lo ha ido frenando para evitar que el mensaje fuese perjudicial para sus intereses si presentaba lagunas o cometía algún error.
El mismo día en el que la entidad blaugrana anunció la fecha de la comparecencia, El Mundo destapó una nueva información que pone de nuevo contra las cuerdas al máximo mandatario. Cuenta el diario que el Barcelona incluyó pagos a Enríquez Negreira, a través de sus sociedades Dasnil y Nilsad, como gastos de relaciones públicas por un supuesto asesoramiento técnico, y que en total, durante la primera etapa de Joan Laporta (2003-2010) el ex número 2 de los árbitros facturó 145.758 euros, consiguió aumentar la cifra de facturación 1 152.186 euros dos temporadas después, y logró, en la temporada 2009-2010, disparar sus emolumentos sin que mediara ningún cambio aparente en el servicio hasta los 573.398 euros.
Pero lo más grave de todo es que esos pagos se intentaron disimular entre los asientos contables en medio de otro tipo de gastos de Relaciones Públicas. Y El Mundo pone un ejemplo en su primera página. El Barça pagó a Negreira 52.500 euros en enero de 2006 por “asesoramiento técnico” y lo introdujo en la contabilidad entre la compra de un reloj para un compromisario (3.300 euros), la adquisición de varios palcos para la final de la Champions en París (en 2006, por 54.400 euros, así como cientos de miles de euros por “invitaciones a París”, refiriéndose al encuentro frente al Arsenal que supuso la segunda Copa de Europa del Barça en su historia. Los pagos a Enríquez Negreira se produjeron en paralelo a los que se efectuaron a su hijo, Javier Enríquez, a su nombre y a través de otras sociedades, incluso de una a nombre del directivo Josep Contreras, ya fallecido.
Laporta tendrá que responder el lunes a muchas preguntas. ¿Por qué se pagó al vicepresidente de los árbitros durante casi 20 años? ¿Por qué se retomaron los pagos a Negreira durante su primera etapa como presidente cuando ya se habían suspendido? ¿Por qué durante su mandato se multiplicaron las cantidades que recibía el directivo arbitral, cuadriplicando la facturación? ¿Por qué disimuló esos pagos en los asientos contables, como cuenta hoy El Mundo? Si Laporta ha esperado más de dos meses para dar la cara parece sensato pensar que dará respuestas contundentes y no echará balones fuera, como hasta ahora, insinuando campañas mediáticas y desestabilizadoras por la buena situación en LaLiga. “No es casualidad que esto salga ahora”, dijo el 15 de febrero.