La Fiscalía de Valencia ha incoado de oficio diligencias de investigación por un presunto delito de odio por los insultos al jugador del Real Madrid Vinicius en el partido del domingo en el estadio de Mestalla, según han informado fuentes de la Fiscalía General del Estado.
Este mismo lunes, el Real Madrid anunció en un comunicado que denunciará los hechos sucedido en Mestalla, ante la Fiscalía General del Estado, como delito de odio y discriminación. En un comunicado, el club blanco recuerda que "el artículo 124 de la Constitución española establece como funciones del Ministerio Fiscal promover la acción de la justicia en defensa de la legalidad y de los derechos de los ciudadanos y del interés público".
El árbitro Ricardo de Burgos Bengoetxea recogió en el acta del partido entre Real Madrid y Valencia de Mestalla que "un espectador" gritó al brasileño Vinícius Junior "mono, mono" y que por ello activó el protocolo de racismo, avisando al delegado de campo para que hiciesen el correspondiente aviso por megafonía.
El encuentro estuvo detenido cerca de ocho minutos hasta que dicho anuncio se emitió por la megafonía del estadio.
El propio jugador del Real Madrid se expresó tras el encuentro y los hechos sucedidos en el estadio de Mestalla. El brasileño escribió un mensaje en sus redes sociales acusando a LaLiga de tener un problema con el racismo, algo a lo que contestó su presidente Javier Tebas, y argumentado que "lo siento por los españoles que no están de acuerdo, pero hoy, en Brasil, España es conocida como un país de racistas".
Las reacciones a los cánticos racistas que sufrió Vinicius en Valencia no se han hecho esperar y líderes políticos de Brasil y de España se han pronunciado al respecto. El propio presidente brasileño salió en defensa del jugador del Real Madrid pidiendo que se tomen las medidas perinentes.
La presidenta madrileña y candidata del PP a revalidar el cargo, Isabel Díaz Ayuso, ha defendido que España "no es un país racista", pero ha pedido tomar medidas para evitar trasladar esa imagen que "no es real".
Por otro lado, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha condenado los hechos y ha afirmado que "los cánticos racistas en los estadios de fútbol no representan a nuestro país, ni a ninguna hinchada de fútbol. Seguiremos trabajando para acabar con el racismo o cualquier otra forma de discriminación".