Alaba y Lucas Vázquez deciden el Clásico y dan al Real Madrid los tres puntos ante el Barça en el Camp Nou
El Real Madrid se ha impuesto ante el Barça con dos tantos de Alaba y Lucas Vázquez, que han decidido el Clásico en el Camp Nou en favor de los de Ancelotti.
El Real Madrid se ha hecho con los tres puntos en el Camp Nou con dos tantos de Alaba y Lucas Vázquez ante un Barcelona impotente que no pudo hacer más a pesar de la presión de los minutos finales y el tanto de Agüero, que se estrena marcando con los azulgrana.
En el primer Clásico de la era postMessi, el Barça salió a buscar arriba al Madrid desde el inicio, con muchas ganas de agradar a su estadio prácticamente lleno.
Los veinte primeros minutos los dominó el conjunto azulgrana, hasta que los blancos empezaron a desperezarse y Vinicius a activarse por la banda izquierda para empezar a sembrar la duda en la defensa azulgrana. En su primer aparición en el área, el brasileño reclamó penalti por un empujón de Miguenza que el árbitro no concedió. Y poco después, el Barcelona tendría la primera ocasión del partido en una jugada por la izquierda de Memphis que acabó con el balón en las botas de Dest.
El Real Madrid, en su primer llegada clara, pasada la media hora, solo necesitó enlazar cuatro pases en una espectacular contra para que Alaba fusilara de tiro cruzado con la zurda a Ter Stegen para poner el 0-1. Ancelotti, que repitió el once que goleó al Shakhtar, tuvo claro el guion desde el primer minuto, aguantar las tímidas embestidas de su rival y hacerle daño al contragolpe.
Piqué pudo empatar poco después con un remate de cabeza, y Alaba tapó un disparo de Ansu Fati, a asistencia de Jordi Alba, poco antes del final de la primera mitad.
Koeman cambió de estrategia tras el descanso
El técnico azulgrana movió al banquillo al descanso, dando entrada a Coutinho por Mingueza, retrasando a Dest al lateral y pasando de un 4-4-3 a un 4-2-3-1, con el atacante brasileño recién ingresado actuando en la media punta. El mismo retoque que el preparador neerlandés hizo, con poco éxito, cuatro días antes, en la Champions ante el Dinamo de Kiev.
Con todo, salió el Barça de nuevo con más ambición que el Real Madrid al inicio de la reanudación pero, como muchos partidos esta temporada, fue otra vez un quiero y no puedo.
Los de Ancelotti, cómodos en el repliegue, dejaban el desgaste para el rival, y aún pudieron sentenciar en dos acciones de Benzema. La primera fue una volea pasada la hora que paraba el meta alemán y, diez minutos después, el francés se trastabillaba en la línea de gol y no acertaba a rematar una asistencia de Mendy.
El Barcelona, en cambio, solo se acercó a la meta de Courtois con un disparo de Dest y un cabezazo del recién ingresado Agüero, ambos desviados.
Ya con el tiempo cumplido buscaba el Barça el empate de la desesperada pero Piqué no acertaba a rematar un centro de Memphis y, mientras reclamaba penalti, el Madrid armaba su enésimo contragolpe. Esta vez era Asensio, que acaba de entrar de refresco, el que se plantaba solo frente a Ter Stegen. Y este desviaba su disparo a las botas de Lucas Vázquez, que no perdonaba el segundo.
En la jugada siguiente, el Kun anotaba el tanto local en un acción de puro '9', pero ya era demasiado tarde para el equipo de Koeman. El Madrid volvía asaltar el Camp Nou en otro clásico emocionante, pero que ha bajado un par de peldaños en cuanto a espectáculo y en cuanto a talento.
El público vuelve a ver un Clásico en el Camp Nou
El público ha vuelto a vivir en el Camp Nou un Clásico entre el Barça y el Madrid tras la pandemia del coronavirus. El estadio ha tenido su mayor asistencia desde el inicio de la crisis sanitaria, con 86.422 espectadores que estuvieron muy activos desde el mismo calentamiento entonando cánticos a favor del conjunto azulgrana y poniendo presión a los blancos.
Además, regresó la grada de animación del estadio, que aún no había podido configurarse en la primera gradería del gol norte durante la vuelta del público a los estadios de la Liga española.
Desde el mediodía, los alrededores del Camp Nou vivieron un ambiente de gran partido y los seguidores locales hicieron caso al llamamiento del club y llenaron de color azulgrana con sus indumentarias las calles de los alrededores del feudo del Barça.