Con su decimosexto triunfo en veintidós duelos con el checo, el jugador de Basilea, de 34 años, confirmó su regreso a la ronda que reúne a los cuatro mejores. En 2015 falló Federer en el desafío de alcanzar las semifinales del primer Grand Slam de la temporada, pero su victoria ante Berdych le permitirá competir por la final en Melbourne Park por duodécima vez en las últimas trece ediciones.
El suizo, cuatro veces campeón del Abierto de Australia, encadena con el de hoy cinco triunfos consecutivos sobre Berdych, vencedor de los dos anteriores cruces en torneos de categoría Grand Slam.
En Wimbledon 2010, sobre hierba, y el Abierto de los Estados Unidos 2012, en pista dura, el ganador fue el checo, superado esta vez por el excelente nivel de su oponente. "Tomas me causó grandes problemas en los últimos años. Es uno de esos jugadores que te hacen mejor y ya me había ganado en algunos de los más grandes escenarios", analizó Federer tras su victoria número 80 en Melbourne Park. "Así que estoy feliz, muy, muy feliz", dijo.
Con una propuesta agresiva, 48 golpes ganadores y 26 errores no forzados selló su pase a semifinales el tercer favorito. "Simplemente fue demasiado bueno", reconoció Berdych.
El checo, sexto cabeza de serie, acusó la pérdida del desempate que decidió la primera manga y cedió la siguiente por 6-2. En la tercera y definitiva, Berdych entregó su servicio con 4-4 y a continuación Federer sacó para llevarse un partido en el que puntuó en 24 de sus 29 apariciones en la red. El suizo se medirá por un puesto en la final con el vencedor del choque entre el serbio Novak Djokovic, defensor del título y primer favorito, y el japonés Kei Nishikori.