LIGA DE CAMPEONES | B. DORTMUND 3-2 MÁLAGA

Borussia 3 - 2 Málaga

Los goles de Reus y Felipe Santana en el descuento de la segunda parte apartaron al equipo de Pellegrini de las semifinales y del mayor éxito del club malacitano. Joaquién y Eliseu acercaron un sueño que se esfumó cuando se tocaba con los dedos.

ondacero.es

Madrid | 09.04.2013 23:02

El Málaga ha perdido (3-2) de la forma más dolorosa ante el Borussia Dortmund en el partido de vuelta de los cuartos de final de la Liga de Campeones, remontando el equipo alemán el encuentro en los minutos de añadido con goles de Reus y Felipe Santana, asestando un golpe mortal al equipo de Pellegrini que se veía en semifinales con el gol de Eliseu a falta de menos de diez minutos.

El Málaga afrontaba una cita con la historia. En su primera participación en la máxima competición continental tenía la opción de alcanzar las semifinales. El Borussia Dortmund, más experimentado en estas lides, aunque la plantilla actual no cuente con grandes logros más allá de la Bundesliga.

Los dos llegaban descansados tras las rotaciones de sus jugadores más importante en Liga, conscientes de lo que hoy estaba en juego. A pesar de que ninguno de los dos estaba entre los favoritos, el Dortmund llegaba como el único equipo que aun no había perdido un partido en esta edición, mientras que el Málaga era el equipo menos goleado de la competición.

Comenzó el partido con un tanteo por ver quien era el que dominaba la pelota, lo que provocó un choque abierto. El primer aviso llegó en las botas de Lewandowski con una vaselina que se marchó por encima de la meta de Caballero. En la primera que tuvo el Málaga, en el minuto 25, llegó el gol que les daba ventaja. Isco y Joaquín realizaron una pared en la frontal y el segundo fusiló a Weidenfeller con la zurda tras un prodigioso recorte en la frontal.

El Borussia, acompañado por una incansable afición, adelantó las líneas, aunque la defensa del Málaga, liderada por un Demichelis imperial, frenaba una tras otra las acometidas locales. Pero la insistencia hizo que en una de esas, un taconazo de Reus rompió la línea defensiva y Lewandowski corrió solo contra Caballero, le regateó picando el balón y empujó a portería vacía. En el último suspiro cabeceó Joaquín a las manos de Weidenfeller un centro medido a balón parado de Duda.

Nada más regresar de los vestuarios probó Lewandowski a Caballero desde la frontal, pero el argentino, muy atento, atrapó. Ni un minuto más tarde, de nuevo Weidenfeller sacaba una mano para evitar otro tanto de Joaquín. Duda ponía una falta en el área, Demichelis tocó de cabeza para la llegada del andaluz que cabeceó a contrapié del portero alemán, que corrigió bien para mandar a saque de esquina.

Siguió el partido abierto y fue Götze el que tuvo una clara ocasión en un balón botando, cortando la respiración del estadio, que no enganchó bien cuando tenía todo a favor y mandó el balón a la grada de volea. Los nervios empezaban a aflorar y eso provocó que Schmelzer cortara una contra que llevaba Joaquín aun en campo propio, viera una amarilla, y en la siguiente jugada propinara un golpe sobre Gámez, pero el árbitro no sólo no mostró la segunda al lateral alemán, sino que interpretó fingimiento del malaguista, siendo éste el amonestado.

Toulalan, omnipresente durante todo el partido, fue el siguiente en probar fortuna, esta vez con un disparo potentísimo que tuvo que sacar de puños Weidenfeller. El Dortmund era el que necesitaba un gol pero el Málaga ser resistía a meterse atrás y facilitar los ataques germanos. Sin embargo, a falta de un cuarto de hora para el final tuvo que aparecer Caballero para sacar con el pie un remate a bocajarro de Reus. El partido prometía un gol, con el Borussia necesitado y el Málaga que quería morir matando.

Tal es así, que en el intercambio de golpes fue Eliseu, en el 82, el que empujó un centro-chut de Baptista, en posición dudosa, tras un contra de su equipo. La eliminatoria parecía sentenciada pero nada más anunciar los cuatro minutos el colegiado marcaba Reus para poner a su equipo a solo un gol de pasar. Y la fortuna se alió con los alemanes cuando solo dos minutos después Felipe Santana empujaba, también en posición dudosa, un balón colgado al área. El Málaga recibía un castigo brutal cuando más cerca estaba de cumplirse el sueño de las semifinales.