El Real Madrid cosecha su primera derrota en Euroliga
Una canasta en el ocaso de la prórroga de Yam Madar provocó este jueves la primera derrota del Real Madrid en la presente campaña de la Euroliga (100-99) y dejó en nada los 33 puntos anotados por el argentino Facundo Campazzo ante el Fenerbahce turco, su plusmarca personal hasta la fecha en la competición continental.
El primer cuarto pareció diseñado a medida para el base. Campazzo se paseó por la pista haciendo lo que quiso y, sin fallo alguno en sus siete lanzamientos intentados, dejó por el camino 16 puntos, los mismos que anotó el cuadro turco en los diez minutos iniciales. Muy superior también el Real Madrid en el rebote, apartado donde capturó 12 por 3 del rival, ese dominio general forjó un 16-29 que mostraba a las claras la intención de solventar el enfrentamiento cuanto antes, si es que eso era posible ante un rival peligroso que además jugaba en casa, donde aún no conocía la derrota.
El segundo acto comenzó con un tramo de letargo en el que solo se anotaron 11 puntos en 4 minutos, 7 de ellos desde la línea de tiros libres. Se desperezó antes el Fenerbahce ante un bando visitante bloqueado al que no le salía nada. Un parcial de 10-0 puso al plantel turco a solo dos, instante en el que volvió a emerger providencial Campazzo con dos robos y un 2+1 que dio aire a los de blanco de cara al intermedio (37-44, min.20).
Tras el paso por vestuarios volvió a acercarse el anfitrión, tanto que se quedó a un punto. Dos canastas seguidas de Campazzo y más adelante un 3+1 de Sergio Llull y un 2+1 de Deck volvieron a estirar la cuerda y a poner al Real Madrid en la senda del éxito. La canasta que permitió a Campazzo certificar su récord personal, con un cuarto aún por jugar, sirvió para alcanzar la barrera de la decena al filo del desenlace del tercer tramo del choque. Encaró pues el conjunto de Chus Mateo los diez minutos decisivos con menos tranquilidad de la que acostumbra, lo que le ayudó a estar alerta para conservar el colchón por el que tanto había tenido que pelear. Sin embargo, le quedaba aún energía al de casa.
Un parcial de 8-0, con seis puntos de Scottie Wilbekin, activó al Fenerbahce y convirtió en desenlace en un campo de minas, más peligroso si cabe cuando Edy Tavares vio la quinta falta con tres minutos y veinte segundos aún por jugar. Por si fuera poco Nick Calathes y Marko Guduric anotaron dos triples consecutivos que trajeron el éxtasis a la grada (80-82, min.38). Pudo el local ponerse por delante con un lanzamiento cómodo que falló Guduric y en el siguiente ataque Gabriel Deck se vio obligado a jugarse un triple forzado sobre la bocina de posesión. No hizo diana, pero capturó el rebote Rudy Fernández. Inmedatamente transformó Campazzo para dejar el +3 con 33 segundos por disputarse.
Una bandeja de Calathes volvió a meter el miedo en el cuerpo, espantado ligeramente cuando el base argentino no erró en sus dos tiros libres tras falta. Quedaba sin embargo un triple de Wilbekin, que a falta de 11 segundos puso el primer empate tras el 0-0 y llevó el cara a cara a la prórroga. El tiempo extra arrancó con un triple Llull, ya en el club de los anotadores de 600 lanzamientos de tres en la Euroliga. El buen augurio pareció quedarse en eso ante un contrario que consiguió aguantar el ritmo hasta que Vincent Poirier aportó en la pintura ampliando la diferencia.
Mario Hezonja, con solo un acierto en dos viajes a la línea de lanzamientos libres, no pudo cerrar el duelo. En la otra canasta Guduric no perdonó para situar el 98-99. Eso, una gran defensa que forzó la pérdida de Campazzo y la canasta postrera de Yam Madar terminaron por castigar al Real Madrid con su primera derrota.