El ala-pívot Kevin Love y los Cavaliers de Cleveland se olvidaron de la derrotada sufrida la noche anterior ante los Bulls de Chicago en el partido inaugural de la nueva temporada de la NBA y llegaron a Memphis para darles una paliza de 76-106 al equipo local y dejar en evidencia su defensa, en un debut de la franquicia local para el olvido.
Nada menos que la mejor arma de los Grizzlies, en el inicio de temporada, no funcionó ante un ataque balanceado de los Cavaliers, que ni tan siquiera necesitaron de las genialidades de su estrella, el alero LeBron James, dedicado a hacer el mínimo de esfuerzo posible en el campo.
Lo que si hizo la figura de los Cavaliers fue vengarse en el equipo del español Marc Gasol del tapón que su hermano Pau Gasol le puso la noche anterior y que le costó la derrota a los Cavaliers, la primera de la nueva temporada (1-1).
El equipo de Cleveland fue superior en todas las facetas del juego ante unos Grizzlies que no hicieron nada bien en el campo y de ahí que James sólo tuviese que aportar 12 puntos.
Love se encargó de liderar el ataque balanceado de los Cavaliers al aportar un doble-doble de 17 puntos y 13 rebotes, mientras que otros cuatro jugadores tuvieron números de dos dígitos, incluido el alero Richard Jefferson que llegó a los 14 tantos.
El escolta Jared Cunningham y el base australiano Matthew Dellavedova anotaron 12 tantos cada uno y también estuvieron inspirados en los triples que dejaron a los Cavaliers con un 45 por ciento de acierto.
El pívot brasileño Anderson Varejao, que ha sido relegado al banquillo, aportó cuatro puntos en los 11 minutos que disputó y en los que anotó 2 de 6 tiros de campo, capturó cinco rebotes y dio dos asistencias.
Los Cavaliers capitalizaron la poca inspiración encestadora de los Grizzlies y en el primer cuarto ya tenían ventaja de 16 puntos que fueron incrementando a través de todo el partido.
Aunque el ala-pívot Zach Randolph y Gasol fueron los líderes de los Grizzlies, los 12 puntos que aportaron cada uno no les salvaron tampoco de la mediocridad generalizada que mostró el equipo con su baloncesto sin dirección, sin definición y sin acierto encestador, sólo llegaron al 35 por ciento de acierto en los tiros de campo.
Gasol jugó 30 minutos en los que anotó 6-12 tiros de campo, no fue a la línea de personal y capturó sólo cinco rebotes, siendo anulado por los hombres altos de los Cavaliers.