Ana Peleteiro gana el bronce en los Mundiales en pista cubierta en triple salto
Medalla de bronce para España en los Mundiales en pista cubierta. Ana Peleteiro se ha colgado la medalla de bronce en triple salto gracias a sus 14,40 metros, la mejor marca de su vida. Con 22 años, seis después de ser campeona mundial júnior, se sube a su primer podio en categoría sénior.
La gallega Ana Peleteiro consiguió este sábado con 22 años un hito histórico en el atletismo español al conseguir la primera medalla -bronce- en unos Mundiales en pista cubierta con el mejor salto de su vida: 14,40 metros.
Seis años después de proclamarse campeona mundial júnior en Barcelona con una marca de 14,17, Peleteiro, bajo la batuta del genial saltador cubano Iván Pedroso, pisó su primer podio internacional en categoría sénior.
La medalla de oro fue para la venezolana Yulimar Rojas, que revalidó su título con un salto de 14,63, mejor marca mundial del año, seguida de la jamaicana Kimberly Williams con 14,48. La venezolana Yulimar Rojas tiene la misma edad que Peleteiro y comparten grupo de entrenamientos con Pedroso -cinco veces campeón mundial de longitud bajo techo y cuatro al aire libre-, que de este modo se apunta un resonante éxito.
Peleteiro, alistada en los Mundiales como séptima del ránking mundial del año con sus 14,22 metros, empezó más floja: 13,18. Siete meses después de ser séptima en los Mundiales al aire libre de Londres, la gallega se proponía acabar entre las seis primeras. En el segundo intento alcanzó los 13,82 pero, en grave peligro se quedar fuera de la mejora, reaccionó en el tercero con 14,18 para situarse tercera.
Su explosión llegó en el cuarto, precedido y seguido de un profundo grito: 14,40. Era la segunda mejor marca española de todos los tiempos, conseguida, además, en la misma pista donde Carlota Castrejana se llevó el oro en los Europeos de 2007 con 14,64.
"España se merecía una alegría por mi parte"
"España se merecía ya una alegría por mi parte porque siempre me ha apoyado en los momentos duros que he tenido. Salté por mi familia, por mi entrenador y sobre todo por España", declaró Peleteiro.
La gallega se sentía "superemocionada, en shock, orgullosa" de su trabajo y el de su entrenador, el cubano Iván Pedroso. "Nos merecíamos ya este empujoncito que te pone entre las mejores. En la final faltaban algunas, pero estaban casi todas. Yo estaba séptima en el ránking, con chicas más experimentadas que yo, y fue una competición difícil al principio, pero reaccioné y fue un sorpresón esa marca", reconoció.
Peleteiro explicó que había ido "de menos a más", muy centrada en su objetivo. "Bajé un poco las pulsaciones, porque estaban altísimas, y me centré en hacer bien los detalles técnicos, porque hay muchas cosas que mejorar".