PALMARÉS DEL PRIMER GRAN FESTIVAL DEL AÑO

La Berlinale cierra su 70 aniversario con un Oso de Oro irreprochable contra la pena de muerte en Irán

'There is no evil', la película de Mohammad Rasoulof, gana el Oso de Oro en Berlín por su retrato en cuatro capítulos de las consecuencias de la pena de muerte en la población civil de Irán

David Martos

Berlín |

La Berlinale del 70 aniversario, que comenzó accidentada, entre las sombras del nazismo en el pasado y las preguntas sobre cómo iba a comportarse esa nueva dirección bicéfala que comparten Mariette Risenbeek y Carlo Chatrian, entre lo administrativo y lo artístico, acabó anoche con un palmarés claramente irreprochable. El jurado destacó buenas películas sin dejarse llevar por esas apuestas de tanto riesgo que se alejan deliberadamente del público, convirtiendo su calidad cinematográfica en una barrera para el acceso de la audiencia. El Oso de Oro, como se encargó de explicar el presidente del Jurado Jeremy Irons, fue para una cinta iraní sobre las consecuencias de la pena de muerte en la población, tanto de quienes sufren esa pena como de quienes se ven obligados a ejecutarla

: "Una película tan amable como devastadora. Una película que nos pregunta sobre nuestra propia responsabilidad y las decisiones que tomamos en la vida".

‘There is no evil’ -‘No hay maldad’- está dirigida por Mohammad Rasoulof, que nada más volver de Cannes en 2017 fue procesado por propaganda, por difamar contra el régimen, y condenado a no filmar de por vida. También a un año de cárcel. Aunque aquí está la película, y aquí está el premio, por los que daba las gracias su hija Baran Rasoulof, una de las actrices de ‘There is no evil’. "Estoy muy feliz, obviamente, por este premio, pero al mismo tiempo estoy muy triste porque este premio es para un cineasta que no ha podido estar aquí hoy", decía en la ceremonia de clausura. Esta edición de la Berlinale arrancaba con el acto de contrición de Jeremy Irons, con su aceptación de la igualdad para las mujeres, los matrimonios del mismo sexo y el derecho al aborto. Y precisamente el Gran Premio del Jurado, el Oso de Plata de su jurado, ha ido a parar a manos de una directora, Eliza Hittman, que triunfó en Sundance con una historia de cómo las jóvenes de Estados Unidos encuentran refugio para tomar sus decisiones.



Esa película se llama 'Never Rarely Sometimes Always' y es "para aquellos que protegen la vida de las personas con úteros", decía la directora en el escenario. El mejor director de la edición ha sido el surcoreano Hong Sangsoo, con una película deliciosa, también dividida en varios pasajes, en la que una mujer visita a viejas amigas aprovechando un viaje de su pareja. Esas conversaciones se convierten en un retrato de las relaciones de pareja muy interesantes. La película se llama ‘The woman who ran’, ‘La mujer que corrió’, o que huyó, según se mire. 

Con su modestia habitual, el cineasta agradecía brevemente el premio… y pedía a sus actrices que se levantaran para recibir el aplauso del Berlinale Palast. El mejor actor fue Elio Germano por interpretar a Antonio Ligabue, el pintor italiano maldito, y la mejor actriz la alemana Paula Beer, que protagoniza la nueva película de Christian Petzold, ‘Undine’. Acababa así, como decíamos, una edición que ha conseguido elevar algo el nivel de calidad de la sección oficial pero que sigue teniendo como asignatura pendiente la aparición de estrellas en la alfombra roja.