| 02.11.2022 16:06
La escalda de violencia es insoportable en un país que vive una auténtica pesadilla desde el pasado mes de febrero de 2022. Los ataques de las tropas rusas no respetan los acuerdos más básicos en un conflicto como no bombardear o dañar instalaciones civiles prioritarias como son hospitales, centros de salud, fábricas de producción de medicamentos o escuelas, entre otras. Estos reiterados incumplimientos ha registrado un mal funcionamiento de los servicios sanitarios como las farmacias. También repercute en la producción y en las cadenas de suministro de los medicamentos. Con frecuencia funciona un número limitado de oficinas de farmacia. Y de manera cada vez más habitual no hay medicamentos disponibles.
El conflicto bélico está generando que algunos de los productores nacionales no funcionen o tengan un stock muy escaso para abastecer la demanda actual. A este problema se añade otro: la guerra supera ya los seis millones de desplazados. En su gran mayoría priorizan en encontrar una vivienda o garantizar la alimentación renunciando así a la compra de medicamentos.
Una realidad que además se ve agravada por el anómalo funcionamiento de los servicios tecnológicos para conexión a internet, circunstancia que impide poder realizar el seguimiento de la clínica de un paciente en las condiciones adecuadas.
(Escucha la entrevista con José Felix Hoyo, vicepresidente de Médicos del Mundo España)
(Foto: Olmo Calvo/Médicos delMundo)