Anna Tarrés nos cuenta en Te doy mi palabra cómo ha sido su caso. "A mi se me aparta de mi puesto trabajo, lo que ahora se considera mobbing. A mi por contrato se me tiene que avisar con tres meses de antelación, y así lo hacen, pero esto no quiere decir que yo no pueda seguir estando a pie de piscina con mis chicas hasta el 31 de diciembre que es cuando mi contrato se acaba. ¿Por qué no quieren que yo vaya a la piscina?" asegura Anna Tarrés. Nos cuenta que paralelamente sale la carta de las 15 nadadoras y que al cabo de una semana "El presidente y la Federación me abren un expediente disciplinario".
"Al cabo del tiempo, a quince días de que finalizara el contrato me hacen otro expediente disciplinario. A raíz de los dos primeros expedientes disciplinarios que son internos de Federación, es cuando yo demando a la Federación por vulneración de derechos fundamentales. Y el juez dictamina que el segundo expediente disciplinario es nulo porque realmente a mi por lo que se me despide, según el juez, es por mi derecho de haber demandado a la Federación. Por ello tiene que cobrar una indemnización de 383.000 euros más los intereses de demora" afirma en Te doy mi palabra.
"Después de tres años todo vuelve y hay gente que me ha pedido perdón" asegura. Nos cuenta que durante todo el proceso ha tenido la suerte de tener una familia que ha estado a su lado, sus amigos y a Beth Fernández, su mano derecha toda la vida en la piscina que le han mostrado todo el apoyo.