El Valencia perdona y el Real Madrid ajusticia
Un tanto de Benzema y otro en propia puerta de Guardado ponen la eliminatoria de cara para el equipo de Mourinho. Jonas perdonó dos ocasiones clarísimas ante Casillas y deberá obrar una gesta en Mestalla para estar en semifinales.
Mourinho podrá disimular, poner cara de póker y asegurar que Casillas, como portero del Real Madrid, está ahí para detener balones y evitar goles. Pese al empeño del técnico portugués resulta imposible no calibrar en su justa medida el peso del capitán del Real Madrid.
Su intervención ante Jonas fue el momento determinante de la primera parte, pese a que luego tuvo una indecisión en un balón aéreo y un despeje que inexplicablemente Jonas mandó fuera. Salvó el gol del Valencia y acto seguido contra vertiginosa y marca Benzema. Una historia que ha visto cientos de veces el público del Santiago Bernabéu, que dedicó una noche más algún que otro pito a Mourinho antes de arrancar el partido.
Al margen de esta disputa entre capitán y entrenador, con el madridismo como juez, el Real Madrid cobró ventaja ante un buen Valencia. El equipo de Valverde, acabó desquiciado y expulsado, llegó con un plan y unos jugadores dispuestos a ejecutarlo.
Justo al contrario que el Real Madrid. Dominó el partido, eso es cierto, pero durante muchos minutos volvió a partirse por el centro. Xabi Alonso tuvo que multiplicarse y el conjunto de Mourinho demostró una vez más que ha perdido la brújula, el mapa que le llevó a ser una máquina la temporada pasada.
El inicio, como era de esperar, fue una avalancha del Real Madrid a base de empuje. El Valencia se refugió durante los primeros minutos en su campo. En el primer minuto avisó Cristiano de falta directa y antes de que se cumpliera el minuto diez Modric desaprovechó una ocasión inmejorable. El croata cruzó en exceso un disparo desde la frontal.
El Valencia trataba de achicar agua como podía y tuvo tiempo para reclamar una posible mano de Albiol en un remate de cabeza. Jugada para la polémica, al igual que un fuera de juego de Solado mal señalado.
Mientras el equipo de Mourinho seguía a lo suyo aunque poco a poco iba bajando su intensidad en ataque. Esta vez no hubo una acción volcánica de Cristiano. El portugués estuvo menos incisivo en el remate, a cambio regaló dos pases de lujo que desaprovecharon Özil y Benzema.
El Valencia fue creciendo a base de triangulaciones y combinaciones en el centro del campo. Hasta que llegó la jugada que pudo cambiar el partido. Jonas perdonó un remate a bocajarro o acertó Casillas, depende del prisma con el que quiera verse. A continuación contra a toda velocidad. Essien para Khedira, el alemán para Benzema y gol. Pudo acabar peor la primera parte para el Valencia si el delamntero galo llega a controlar bien un pase de Cristiano.
Tras el descanso, Coentrao entró por un cansado Marcelo, el partido entró en una fase de fútbol control. Al Madrid le valía el 1-0 y el Valencia no quería arriesgar, temeroso de que le ocurriera lo que luego le pasó.
De nuevo se repitió el guion del primer acto. De nuevo Jonas perdonó ante Casillas, esta vez de forma clamorosa. Todo tras un jugadón deBanega y un remate violento de Soldado que despejó Casillas. El de Móstoles lo hizo hacia el centro del área, donde apareció Jonas que completamente solo la mandó fuera.
Mourinho oxigenó a su equipo y metió a Di María e Higuaín. El delantero argentino fue el artífice del 2-0 tras un centro de Coentrao y con la ayuda de Guardado. El Valencia, en clara desventaja, se fue arriba, en busca de un gol que le diera esperanzas para la vuelta.
En ese escenario Cristiano perdonó lo que nunca perdona. Dos mano a mano con Guaita que el meta valencianista salvó de forma milagrosa. Hubiera sido demasiado castigo para el Valencia, que regresa de Madrid con la eliminatoria muy cuesta arriba. Solo una gesta en Mestalla puede darle el billete a semifinales.