Lydia Valentín: "No iba a estar al 100% en París. Ir así es tontería"
Una de las deportistas más importantes de la historia de España ha anunciado su retirada profesional
Rodeada de familiares, amigos, seres queridos y otros deportistas ilustres, Lydia Valentín pone punto y final a una carrera plagada de éxitos y con un palmarés envidiable, que la ensalzan como una de las deportistas españolas más laureadas de la historia, con 19 preseas repartidas entre Juegos, Mundiales y Europeos. "La verdad que ha sido un día feliz. Sí que es verdad que mucha gente recordando, estaban como tristes porque querían que siguiera compitiendo. Pero yo me siento llena. Como decía en el acto, feliz, tranquila. Es una decisión muy meditada, siento que es lo mejor que tengo que hacer en este momento y ya lo he conseguido todo en mi deporte. Entonces todo lo que podía conseguir ya lo tengo", señala en Radioestadio noche.
Su gesto del corazón ha trascendido mucho más allá del deporte: "Muchas veces que me ven quieren hacer el gesto conmigo y sacamos muchas fotos haciendo el gesto. Creo que al final la gente asocia ese gesto con los Juegos Olímpicos de Río cuando me vieron conseguir la medalla, cuando me vieron competir allí y la verdad que me encanta, me encanta y súper agradecida".
"Me llena de orgullo sobre todo también las madres que me escriben diciendo que sus hijas practican halterofilia o practican deporte de fuerza y que al verme a mí están tranquilas, es como que realmente se ha abierto esa puerta de tranquilidad para ellas", señala.
Preparar los Juegos de París era su deseo pero por el camino se dio cuenta de que iba a ser complicado llegar en las condiciones que ella quería: "Hacía tratamientos, pero ninguno me iba como hubiera deseado. Y vaya final de año ya veía que por tiempos se podía complicar. Entonces, bueno, también es verdad que me animo a reflexionarlo, a decir a ver si te gusta competir así, te gusta entrenar al 100% y si yo no voy a estar al 100%, es tontería".
La preparación para Tokio fue muy dura, puso su cuerpo al límite y eso le ha pasado factora pero no se arrepiente: "Hubiera sido mejor haberme quedado, no haber participado en esas juegos, posiblemente recuperarme y posiblemente hoy estaría recuperada, pero claramente mi corazón decidió ir. Quería pisar los Juegos Olímpicos de Tokio y al final el deportista es cortoplacista".