Javier Lozano, presidente de la LNFS, no se fiaba de Rubiales y de la filtración de su dimisión: "Cada uno elige que muerte quiere, con honor, deshonor, y con Rubiales yo lo tenía que ver". Se muestra contundente con lo sucedido en la Asamblea y el discurso de Rubiales: "Ha sido una desfachatez. He dicho... qué obra se está representando en la RFEF, es Atapuerca como si fuéramos neandertales y viviéramos en el paleolítico".
Y cuenta su experiencia personal y la persecución que él sufrió: "Tuve que ponerle una querella a él y a Camps porque era un acoso a mi persona... Y vino un asesor a decirme que si quería que acabara la cacería que dimitiera. Me he identificado con lo que ha pasado".
"Este monstruo todos lo hemos alimentado. En el Consejo le han dado la razón por todo, la opinión pública...", reflexiona y explica por qué su deporte no se ha profesionalizado: "La Federación hizo un informe totalmente opuesto a la profesionalización del fútbol sala.