El duro relato de Joanna Castro, una española en Tel Aviv: "Es lo más espeluznante que me ha tocado vivir"
Joanna Castro, sobrina del mítico jugador Enrique Castro Quini, reside en Tel Aviv y se ha encontrado de lleno con el conflicto
Joanna Castro, es la sobrina del mítico jugador del Sporting, Enrique Castro Quini. Vive con su marido y con su hija menor de edad al norte de Tel Aviv. Pasada la una de la madrugada nos cuenta lo que está viviendo: "Está siendo una noche tranquila, no hay alarmas ni ataques por aquí. Pero lo que hay en el sur del país es una locura. Hay bombardeos tanto de un lado como de otro".
"Estamos al norte de Tel Aviv. El sábado a las 8 de la tarde empezaron a sonar alarmas antiaéreas en nuestra ciudad. Fuimos al refugio e inmediatamente se escucharon tres explosiones. Es lo más espeluznante que me ha tocado vivir en mi vida. Solo el sonido de la alarma es aterrador", relata estremecida. Este lunes les ha tocado de nuevo ir a refugiarse: "Hoy a las 11 de la mañana han vuelto a sonar las sirenas y nos hemos tenido que refugiar. Si salgo a la calle oigo explosiones a lo lejos".
Explica cuál es el procedimiento: "En el móvil nos llega un mensaje para ir al refugio. Te lo mandan cuando detectan un misil que se dirige a tu zona. En nuestro caso tenemos un minuto para ir al refugio. Hay zonas de Gaza que son solo 10 segundos".
Obviamente quieren regresar a España pero relata todo lo bueno que ha vivido allí hasta el estallido de esta guerra que no les deja otra opción: "Este año he sido muy feliz aquí, son alegres, un país muy alegre. Conmigo siempre han sido súper agradables. Pero está que está ocurriendo nos da miedo. No sabemos hasta dónde puede llegar y es la razón por la que queremos irnos a España. Es una guerra con todas las letras".
"¿La calle? Está todo vacío. Lo máximo es que salgas a la farmacia o al supermercado. Está todo el mundo con la respiración contenida", señala. Y su familia en España sufre en la distancia: "Están que no viven. Pero las condiciones para salir tienen que ser las idóneas. Salir por nuestro propio pie es muy difícil. Sigue operativa la línea israelita pero se llenan enseguida y muchos se terminan cancelando. Conozco que hay gente que ha comprado cinco vuelos ya"
"Por las noches si duermo es por puro agotamiento", finaliza.