El sábado, un tren sin pasajeros descarriló en el túnel que une las estaciones madrileñas de Atocha y Chamartín provocando el caos en las líneas que unen la capital, la Comunidad Valenciana y Murcia, cerca de 14.000 pasajeros y 30 trenes se vieron afectados. Y más allá de este incidente, que no es normal, como indican los expertos, en los últimos cinco años la media de los retrasos de trenes ha aumentado un 21%.
El portavoz del sindicato ferroviario, Rafa Escudero, ha señalado la falta de repuestos como una de las principales causas de las incidencias en el servicio de trenes en España. Escudero ha explicado que la situación se ha agravado en los últimos años debido a las limitaciones impuestas por la Ley de Contratación del Sector Público, que retrasa la llegada de las piezas necesarias para la reparación de los trenes. "No podemos hacer adecuadamente la reparación y el mantenimiento de los vehículos. Es una tormenta perfecta", advirtió.
En Por Fin de Onda Cero, Escudero destaca cómo la falta de repuestos obliga a prácticas como el "canibalismo" entre trenes: "En vez de reparar un tren, se le quitan piezas para arreglar otro. Es un despropósito absoluto". Lo relata con un caso de cinco locomotoras averiadas. Se da la orden de escoger una de ellas para extraerle las piezas que permita arreglar las otras cuatro. Según el portavoz sindical, en algunos casos, los trenes permanecen inmovilizados durante meses o incluso más de un año mientras esperan piezas específicas.
Escudero también revela que el sindicato ha planteado esta problemática en una reunión reciente con el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Óscar Puente. "El jueves tuvimos la oportunidad de explicárselo al ministro. Afortunadamente, cogió el guante y pidió investigar el problema de los repuestos", ha comentado, lo que abre la esperanza de que se tomen medidas para solucionar la situación.
El portavoz señala que esta crisis con los repuestos no es el único problema que enfrenta el sector ferroviario, que también sufre por la falta de personal y un deterioro generalizado en las infraestructuras de los talleres. "Necesitamos más personal en los talleres y que se reparen las instalaciones, que en muchos casos están en condiciones lamentables", insiste.
Este tipo de problemas, agravados por años de insuficiente inversión en el mantenimiento de las líneas convencionales y de alta velocidad, están detrás del aumento en los retrasos que padecen los pasajeros. "Es algo que llevamos denunciando desde hace años, pero no nos escuchan", añade Escudero.
Respecto al accidente del pasado sábado, Escudero reconoce su perplejidad: "Yo llevo ya casi 40 años en la empresa y nunca había visto una cosa igual. A ver qué es lo que determina la Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios, porque es muy raro, primero que se desacople así dos vehículos y segundo, que una vez desacoplados no queden frenados, que es lo que debería de suceder cuando hay un desacople de esas características. Hay que ser ahora prudentes y esperar a ver qué es lo que determina la Comisión de Investigación de Accidentes".