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Carles Tamayo, creador de 'Cómo cazar a un monstruo: "Lluis nos tenía a todos engañados"

El creador del documental explica la intención del mismo y cómo fue todo el proceso.

ondacero.es

Madrid | 13.09.2024 20:15

En el año 2021, Lluís Gros, el gerente de varios cines en municipios catalanes, fue condenado a 24 años de prisión por delitos de abuso sexual, corrupción y prostitución de menores tras la denuncia de varias víctimas por distintas razones. Lluís no ingresó en prisión y se puso en contacto con un conocido periodista y youtuber al cual conocía, Carles Tamayo.

La verdad sobre Lluis Gross se muestra en cómo cazar a un monstruo. Un trabajo de años en el que Tamayo desenmascara a este pederasta al que conocía desde su juventud: "Es un hombre que yo conocía y eso es importante porque cuando hablamos de un depredador sexual a veces se tiende a pensar que es alguien que tú lo ves llegando y dices mira, este lo es y ese no lo es. Y no es gente que está muy bien infiltrada en la sociedad. Y en ese caso ya te digo que era el gerente del cine Majo, en mi caso me regalaba posters, entradas gratis para ir al cine y además, en mi caso personal, como yo quiero ser director de cine, yo hacía cortometrajes era un tipo que me caía genuinamente bien. Eso es importante entenderlo para entender un poco como es".

En el 2019 que salió la sentencia y ya los medios de comunicación se hicieron eco y "empezaron a comentar que había abusado sexualmente a varios chicos y yo me enteré en aquel momento y corté relación con él", resalta Tamayo.

"Me empezó a ir bien a nivel de números, en redes. Me empezó a llamar, me dijo Carles, tenemos que quedar, me gustaría que me hicieras una entrevista, tenemos que quedar. Yo a lo largo de dos años le iba dando largas y justo en este lapso de dos años yo conocí a dos de los afectados", detalla sobre cómo empezó su contacto con él.

Tamayo comenta que "él exageraba su enfermedad de cara a los abogados" y evitaba presentarse ante médicos forenses que pudieran desmentir su estado. Además, revela que seguía en contacto con menores a pesar de una sentencia firme, "haciendo clases a menores" y usando su rol de profesor para "conseguir trato de favor".

Asimismo, expresa su sorpresa al descubrir que seguía libre, describiéndolo como "un tipo peligroso para la sociedad", ya que, además de los abusos, no pagaba multas ni impuestos, conducía sin carnet y vivía en libertad sin consecuencias. A lo largo del documental, Tamayo menciona que muchos en su pueblo estaban engañados por la imagen carismática de Gros, afirmando que "nos tenía a todos engañados".

Tamayo esperaba que Gros mostrara algún arrepentimiento, pero se encontró con que este "negaba todo" y mantenía su inocencia, lo que mostró "la frialdad" y falta de empatía del acusado. "Yo recordaba lo que había contado hacía tres días un afectado", menciona Tamayo al ver las actitudes del acusado, lo que lo llenaba de indignación.

El documental no solo se centra en los abusos, sino en la "impunidad de un sistema" que ha permitido que alguien como Lluis Gros siga libre.