Sara Escudero aborda el Quijote en un día especial para los libros, San Jordi. "Si hoy en día cuesta que la gente lea más de dos líneas de pie de foto en Instagram, imagínate pedir a la gente que se lea hoy el Quijote. Pues es como pedirle romanticismo al reguetón", asegura. También explica su historia con los libros en el Palacio del Infante de Arenas con unas jornadas de cuentacuentos porque le gusta mucho leer, incluso pudo convertirse en "obsesión".
Con frases como "¡Oh memoria, enemiga mortal de mi descanso!", la colaboradora asegura que el Quijote siempre va a trascender porque, opina, "yo creo que todos en un momento de nuestra vida somos un poco Sancho y/o un poco Quijote" y que, además, "casi locos estamos todos". Por último plantea un 'remake' del Quijote "para que nuevas generaciones se acerque a su sabiduría" como "que Don Quijote sea un influencer de metro 80 con más músculos que un atlas de anatomía y le darían mil likes a sus sabias reflexiones como "al bien hacer, jamás le hace falta premio", y "a Sancho, le podríamos estirar un poco, ponerle dentadura de porcelana, unos injertos turcos en el pelo, hacerle un galán venezolano" y conducir un "descapotable".