En 'Por fin no es lunes' nuestro sabio de sábado, Ignacio Varela, reflexiona sobre la responsabilidad, el compromiso de la palabra y la importancia del discurso. "¿Qué broma es esta del chuletón al punto?El chuletón o el solomillo se toma poco hecho, lo que viene siendo vuelta y vuelta. Todo los demás nos lleva a la barbarie y a la incultura. Si esto lo dice un político en Francia, se acabó su carrera", bromea Varela.
Nuestro sabio nos recuerda que no es la primera "profanación gastronómica" de Pedro Sánchez: "Eligió una reunión de ganaderos extremeños para confundir el jamón serrano con el ibérico. Aún no se lo han perdonado. Y con razón".
"El mundo se divide en dos grupos: los que se preocupan por comer mucha carne y los que desearían comer algo de carne. En unos te mata el colesterol y en otros la desnutrición", afirma.
"En la política hay ideas buenas, ideas regulares e ideas malas. Luego hay un subproducto de las ideas que son las ocurrencias", explica. Varela nos pone un ejemplo de buena idea: “Promover una alimentación saludable y ecológicamente sostenible, lo que seguramente incluye moderar el consumo de cierto tipo de carnes. Sin embargo, es definitivamente mala si lo planteas como una cruzada ideológica".
"Estamos a un paso de que nos digan que comer carne es propio de gente salvaje y próxima al fascismo", sostiene nuestro sabio. Además, nos explica que en política "la ocurrencia es el umbral de la cagada": ·No todas las ocurrencias desembocan en cagada, pero nueve de cada diez cagadas nacen de una ocurrencia".