Punta Norte: La búsqueda de los tiempos perdidos
Un proyecto de arqueología submarina está descubriendo los misterios ocultos en las profundidades del Mar Negro. Es el llamado Proyecto MAP, es la búsqueda de los tiempos perdidos
El proyecto MAP busca los lugares donde permanecen decenas de barcos milenarios que naufragaron. Una inmersión en las profundidades del Mar Negro desveló el naufragio más antiguo que está mejor conservado. Es un navío griego de hace 2.400 años. El barco yacía de costado en el fondo marino, con el mástil y el timón visibles, a pesar del paso del tiempo.
Existe una vieja ciudad búlgara llamada Nesebar. Hoy es un lugar muy turístico. En su tiempo, fue un enclave estratégico entre tres imperios históricos. Sus casas, hoy, son de madera con tejados de terracota. El paraje se asienta sobre una superficie rocosa, unida a la costa búlgara por un estrecho puente. Nesebar es una ciudad antigua que está llena de cápsulas de tiempo escondido. Excavando, apareció la basílica de Stara Mitropolia, que fue una catedral del siglo V, cuando ese lugar era un centro comercial bizantino.
También están las murallas de los tracianos, los guerreros ecuestres que dominaron la península balcánica hace dos milenios.
Aunque, en este momento, para los investigadores, lo más asombroso se esconde en el fondo del mar. Ha habido indagaciones oceanográficas recientes que han usado vehículos submarinos manejados en remoto. Esas prospecciones se han adentrado en las aguas del Mar Negro y han revelado la existencia de piezas de historia antigua jamás vistas con una resolución tan detallada.
La leyenda del Diluvio Universal
Zdravka Georgieva es una arqueóloga marina. Nació, precisamente, en Nesebar y aprendió a bucear en los arrecifes del Mar Negro. Georgieva cuenta que con el proyecto MAP, estudiando el fondo marino, se trata de descubrir que pasó en la última Edad de Hielo.
Bob Ballard es uno de los oceanógrafos que encontró el Titanic. Ballard está fascinando con un fenómeno acuático único. Es el llamado mar anóxico en el Mar Negro. Cuando hablamos de mar anóxico, estamos hablando de aguas frías sin vida, donde el oxígeno está diluido, permitiendo una mejor conservación de los objetos.
La invariabilidad allí es muy intensa, preservándose lo naufragado en perfectas condiciones durante miles de años, incluyendo momias humanas. Es un reino sombrío donde se esconden respuestas relevantes. De momento, se plantea si se podrá resolver el misterio de las aguas que, según el mito, habrían aplastado civilizaciones enteras, propiciando la leyenda del Diluvio Universal.
El diluvio, de haberse dado, habría sido al final de la última era de hielo, con un ímpetu del mar que habría abierto el estrecho del Bósforo.
Dos geólogos marinos, William Ryan y Walter Pitman, hace unos años, creyeron haber encontrado el origen histórico sobre la leyenda del gran diluvio que habría eliminado civilizaciones antiguas alrededor del
Mediterráneo y el Mar Negro hace 7.600 años. Sin embargo, el proyecto MAP redimensiona la hipótesis más dramática. Los datos muestran un aumento gradual del nivel del mar. Se refuerza la idea del crecimiento
paulatino de las aguas durante milenios. La hipótesis del diluvio mengua.
La ciudad más antigua de Europa
Pero hay otras historias fascinantes, como la Necrópolis de Varna. Donde está la colección más antigua de orfebrería áurea. Se trata una inmensa necrópolis del Calcolítico, insólita por su opulencia y por la buena conservación de los ajuares. A su vez, ese yacimiento añadió a la ecuación de la Edad del Cobre el elemento del oro, del que había pocas constataciones en ese tiempo de la humanidad. La de Varna, en Bulgaria, es la colección más antigua que se ha encontrado. Ese descubrimiento marcó un antes y un después en las nociones sobre la prehistoria. Estamos hablando de un enclave procedente del 4.500 aC, es decir, muchos años antes de que se construyeran las pirámides de Egipto.
En 2012 se hizo también el descubrimiento de Sol Nit Sata, catalogado (no sin polémica) como el asentamiento prehistórico más antiguo de Europa. En su momento se dijo que fue la ciudad más antigua de Europa. Claro, cuando se dice que se ha descubierto la primera ciudad del continente, si lo pensamos con la perspectiva de la arqueología, es decir demasiado. Lo preciso sería explicar que es la ciudad más antigua descubierta hasta ahora.
La prehistoria acostumbra a mostrar recovecos con los que no se contaba. Y deparar interpretaciones inesperadas. El descubrimiento de Solnitsata lo que demuestra es la existencia de una moderna red comercial en la Edad del Cobre, en esa zona de los Balcanes. Lo asombroso está en que mucho antes de que apareciera en Europa la primera rueda, es muy posible que en Solnitsata ya se transportaran mercancías valiosas en animales de carga y carros. Por una razón: la sal.
La sal fue fundamental para conservar la carne. La sal, el oro y el cobre fueron entonces las mercancías más preciadas. En Solnitsata había salinas. Por eso, aquel lugar debió ser tan relevante en aquel que es un
tiempo casi perdido por completo. La sal podría explicar la presencia de los imponentes muros hallados en Solnitsata, que son muros muy poco comunes para hace más de seis milenios. Eran muros de piedra muy
resistentes.
Se pueden encontrar pruebas de fortificaciones en muchos asentamientos de ese periodo, pero solían ser de madera. Solnitsata tenía muros de piedra mucho más resistentes.
Y ese aspecto resulta bastante revelador. Es llamativo que sus habitantes decidieran construir muros de piedra en una región poblada de árboles. Ese detalle puede describir el nivel de riqueza de Solnitsata y el grado de hostilidad de las comunidades en aquella época, hace más de seis milenios.
Los restos de cerámica de Solnitsata datan de entre 4.700 y 4.200 años a.C. Es decir hablamos de unos mil años antes del comienzo de la civilización griega. Hay arqueólogos que afirman con que ha de ser la ciudad más antigua del continente. Hay cálculos que estiman en unos 350 habitantes, con una considerable influencia en la Edad del Cobre como centro agrícola, militar e ideológico. Sin embargo, otros arqueólogos defienden que en Solnitsata, como mucho, llegó a haber unos 150 habitantes, por lo que se considera una exageración hablar de ciudad. Otros plantean que un núcleo humano de esas dimensiones en el quinto milenio antes de Cristo ya es una prueba extraordinaria de la antigüedad de las organizaciones humanas. Es posible que en Solnitsata estuviera el lugar más desarrollado del mundo antiguo en aquel tiempo perdido.