Objetos de deseo
Isabel Lobo nos habla sobre objetos que son muy deseados aunque algunos pueden tener, además, un carácter inútil.
La escobilla del váter es un gran objeto de deseo que está desapareciendo por cuestiones higiénicas en lugares públicos y en alojamientos, algo secundado por los oyentes. Aún así, no se encuentra el inventor de este objeto aunque hay algunas referencias de 1932 y que varía en función del país donde esté como el cepillo limpiapocetas en Venezuela y que cuenta con nuevas mejoras como la escobilla eléctrica.
También hay objetos de deseo de tener ganas gracias a movimientos como el surrealismo que se inspiró en los objetos cotidianos para alterarlos y hacerlos más fantasiosos, oníricos, irónicos, terroríficos o emocionales como el sofá del beso rojo de Salvador Dalí. En este sentido, otras grandes figuras como Freud, entendían como objeto de deseo la huella mnémica de la vivencia de satisfacción original.
Además, se pueden encontrar otros objetos muy deseados en el mundo como las bebidas, las motos o los relojes; pero también objetos que, a pesar de su deseo, son inútiles como un exprimidor de aluminio pulido creado por Philippe Strack conocido como Juicy Salif.