Esta semana, a Naiara, le han dado el alta en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid. Es toda una proeza, pues esta niña, de pocos meses de vida, llegó al mundo con dificultades cardíacas desde antes de salir del útero de su madre. Necesitaba un corazón nuevo y el que recibió llegó en asistolia, parado, al hospital, y con la complicación añadida de la incompatibilidad sanguínea con su donante.
Por eso, que Naiara haya abandonado el Gregorio Marañón con más peso, comiendo por la boca y sin sufrir rechazo de su nuevo corazón, es todo un "hito de la medicina", como dicen los responsables de este trasplante.
En 'Por fin no es lunes' queremos hablar con algunas de las personas que le han salvado la vida a esta niña. Ellos son Manuela Camino, jefa de la Unidad de Trasplante Cardíaco Infantil del Hospital Gregorio Marañón, Juan Miguel Gil Jaurena, jefe de Cirugía Cardíaca Infantil del Hospital Gregorio Marañón, y José Ángel Zamorano, perfusionista del Hospital Gregorio Marañón.
Manuela Camino nos cuenta que la pequeña se encuentra muy bien, que está en su casa y ya puede comer como cualquier otro bebé.
Estos médicos se enfrentaban a un caso realmente complicado, que finalmente ha salido bien. Nos lo explica Miguel Gil: "La dificultad de este caso es doble. Por un lado, la incompatibilidad del grupo sanguíneo es algo que desde hace tres años venimos realizando de forma rutinaria en niños muy chiquitines en el Gregorio Marañón en Madrid. Por otro lado, es que la donación se realizó en asistolia, que significa que el corazón lo tuvimos que reanimar porque estaba parado, para posteriormente evaluarlo y extraerlo. Luego tuvimos que pararlo por una segunda vez de manera artificial y trasladarlo para el trasplante”. Esto ha hecho que el caso de esta bebé se haya convertido en pionero en el mundo.
Por su parte, José Ángel Zamorano, perfusionista, nos cuenta la importancia de su labor: "Nosotros sustituimos la función del corazón y de los pulmones en cualquier cirugía cardíaca. Tuvimos que adaptar la bomba de circulación a un niño muy pequeño".
Los médicos indican que las cirugías cardíacas en niños recién nacidos son muy habituales en el Gregorio Marañón, al igual que los trasplantes.
Este "hito médico" abre una ventana de oportunidades para muchas personas con problemas de corazón. Manuela asegura que esto ha supuesto que "el número de posibilidades de recibir un corazón se duplique".
Asimismo, los expertos señalan que esta operación hace cinco años "no habría sido posible": "Se ha puesto en marcha en el Hospital Gregorio Marañón y en el resto de España una estrategia de grupos no compatibles. Esto va a permitir incrementar el número de trasplantes en todas las edades y, sobre todo, en aquellos segmentos de edad donde el número de donantes es más escaso, fundamentalmente en los niños por debajo de un año de vida".