Toni Nadal: "Absolutamente todo se puede entrenar pero no todo el mundo puede ser un número uno"

"Absolutamente todo" se puede entrenar pero "no todo el mundo puede ser un número uno", opina Toni Nadal, ex entrenador y tío de Rafa Nadal, y director de la Rafa Nadal Academy. A pesar de ello, enfatiza, la misión de todo el mundo aunque no lleguen al primer puesto sería "intentar dar su máximo", porque si se hace, independientemente de la posición, se logrará lo más importante: "la satisfacción personal".

A Toni Nadal le gustaba mucho el deporte y lo practicaba a nivel comarcal. A pesar de ser campeón balear de ping-pong, el tenis le llega con 14 años aunque tuvo que tomar una madura reflexión cuando tuvo al mudarse a Barcelona para estudiar y entrenar tenis: "cuando vi que no era suficientemente bueno para dedicarme de manera profesional, regresé a Mallorca, seguí con los estudios y empecé a entrenar".

Al hablar de su familia, reconoce que han habido dos grandes deportistas, en referencia a su hermano Miquel Ángel Nadal y a su sobrino Rafael Nadal, aunque admite que más que ser un gran deportista, es "un entrenador normal que tuvo la suerte de tener un gran jugador".

"He visto a un tipo que, a pesar de ser muy bueno, ha mantenido la normalidad"

Nadal y el fútbol

Toni Nadal asegura que, a Rafael Nadal, "toda la vida le gustó más el fútbol que el tenis" pero en un determinado momento, tras ser campeón de Europa y ganar el título de campeón mundial junior 'Les Petits As' se tuvo que decidir por una porque no tendría tiempo para estudiar.

La educación en España

En su libro, realiza una reflexión sobre el sistema educativo de España y su incapacidad de potenciar a los niños que destacan en una determinada actividad. Toni Nadal cuenta que, cuando el tenista era pequeño, acudió su colegio para hablar con la profesora y así poder utilizar la hora de educación física para estudiar ya que iba ajustado en tiempo, una petición que rechazó la profesora porque practicaban otros deportes y no era lo mismo. Ante esta situación, Toni Nadal lo aceptó ya que asumió que "son visiones particulares de cada uno, uno entiende el mundo de una manera y otro de otra".

Para en entrenador mallorquín, "lo principal es aprender, pasarlo bien" como Rafa que se lo pasó bien pero aprendiendo. La premisa de la diversión, asegura, tiene un problema que es que si solo se focaliza en la diversión, no se va a hacer nada especialmente bien. "Yo creo que uno tiene que aprender a divertirse o a pasárselo bien con el trabajo, intentarse superarse día a día y sabiendo que, te dediques al deporte o te dediques a cualquier otra actividad, conlleva momentos de diversión, momentos de trabajo, momentos duros y hay que entenderlo", opina, porque a él no le gusta la frase de "lo importante es que los niños hagan lo que le gusta", lo importante es que a uno le guste lo que está haciendo, algo "mucho más formativo que lo otro".

¿Estaba claro la proyección exitosa de Rafa Nadal?

Para el tío del famoso tenista, él siempre tuvo clara su proyección porque "en la vida, uno no puede tener una gran motivación si no confía en que las cosas llegan bien". Él nunca estuvo realmente preocupado por no alcanzar los sueños que tenían su sobrino y él porque no hubiesen sido un fracaso, explica porque "la vida está formada de realidad y de ilusión. Creo que es más importante la ilusión porque la realidad la viven el resto del mundo animal pero la ilusión es característica del ser humano y creo que debemos de tenerla todos para alcanzar metas elevadas". Él siempre creyó que su sobrino sería bueno porque "era su tío y quería creerlo, y también porque le veía unas buenas condiciones".

La importancia de la ilusión también la manifiesta en sus alumnos de la Rafa Nadal Academy, de la cuál es director, animando a cada uno de los tenistas aunque el crea que no van a llegar tan alto porque "uno tiene que ir con esa ilusión y esa confianza de que las cosas van a salir bien".

Gestión de las expectativas

A menudo es común encontrar ejemplos de jóvenes promesas de este deporte que luego no cumplen sus expectativas, una irrupción de talento que no se sabe gestionar y que provoca la pérdida del estatus deportivo del que gozaba. Para el ex entrenador de Rafael Nadal, solo sabe cómo gestionaba las expectativas en su caso particular, "con total normalidad". Él sabía que su sobrino se dedicaba a "una cosa muy simple, que era pasar una pelota por encima de una red" y nunca le quitó importancia a sus éxitos, sino que los centró en el deporte.

"en la vida no solo importa ganar, importa de qué forma ganas"

Esto tiene relación con la educación familiar y los valores intrínsecos en cada persona que son fundamentales en un jugador porque "a veces tienes una familia bien organizada y acaba el chico siendo un desastre" por lo que el valor es de la propia persona, pero "si dejas que su ego vaya creciendo, tendrás un problema de mayor". En el caso de Rafa Nadal, comenta, si le das más valor del que tiene a unos títulos que empezó a ganar desde muy pequeño al final te puedes encontrar con un problema, por lo que su tío intentó atajar esa consecuencia, aunque recalca que "el mérito es de Rafael".

Aprendizaje mutuo

Toni Nadal afirma que, a nivel deportivo, ha logrado aprender mucho por los golpes que no hacía ni en un entrenamiento; a nivel humano "he visto a un tipo que, a pesar de ser muy bueno, ha mantenido la normalidad", algo que diferencia de la humildad porque "por encima de todo eso es normal, no humilde"; y, por último ha aprendido algo que intenta extrapolar a los jugadores que entrena en la academia y es la presencia de problemas en cualquier carrera -Rafa Nadal desde 2005 sufre la enfermedad de Müller Weiss, un problema que deforma el hueso escafoides en el pie sin causa definida- pero hay que ser conscientes de mantener el "espíritu de lucha" y, aunque se pierda, "en la vida no solo importa ganar, importa de qué forma ganas".

Compromiso

"Una sociedad no puede funcionar bien si el compromiso", recalca Toni Nadal, una cualidad que ejemplifica con el compromiso que tienen los médicos al tener la salud de varios seres humanos en sus manos. "Eso es lo mínimo que nosotros deberíamos hacer también, comprometernos", reafirma, porque buscamos la "inmediatez" que hace caer en la "frustración" o en la "dejadez" si no sale, y nos han instaurado la idea de "creer que tenemos derecho a todo" y que "por ser quienes somos, las cosas nos tienen que salir bien" y eso no ayuda al compromiso que consiste en "estar allí cuando las cosas no van bien".