Los datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico muestran que en el periodo comprendido entre el uno de enero y el doce de septiembre de este año se han registrado más de 2.000 incendios forestales, entre ellos, veinte denominados como ‘grandes incendios’ los que superan las 500 hectáreas.
En los últimos meses hemos superado con creces esta superficie, el incendio de Navalacruz en Ávila dejó más de 22.000 hectáreas en cenizas y el más reciente situado en Sierra Bermeja, Málaga, ha calcinado cerca de 10.000. En Por Fin No Es Lunes hemos contactado con Alejandro Molina, subdirector del centro operativo de INFOCA que nos ha actualizado la situación de este incendio ''tiene todavía numerosos puntos calientes''. Molina explica que los árboles de esta sierra malagueña tienen raíces muy profundas que siguen ardiendo y cuando se calienta el entorno vuelve el fuego, por ello todavía no pueden darlo por extinguirlo.
Un incendio cuyas investigaciones apuntan a que ha sido provocado. Más del 90% de los incendios forestales están provocados por el ser humano ya sea por negligencia, de forma accidental o intencionada. A la imprudencia o la mala intención de ciertas personas se suman las grandes masas forestales descuidadas que hay en el territorio nacional. Pablo González sitúa la raíz del problema en la despoblación, la llamada España vaciada, cuya gestión forestal se ha descuidado.
Un concepto que se ha escuchado y leído en las últimas semanas es el de generación, acuñado por primera vez para referirse a los incendios por Marc Castellnou, uno de los analistas de incendios más importante del mundo, y no tiene nada que ver con el tiempo. Cristina Montiel nos explica que son tipos de incendios, una manera de clasificarlos y además no son secuenciales. Montiel repasa las generaciones y el momento en el que surgieron desde los años cuarenta a la actualidad cuando hemos llegado a la sexta generación donde el incendio tiene vida propia y se independiza de las fuerzas habituales: el relieve y el viento.