Los centros de las grandes ciudades como Nueva York, Londres o Madrid cuentan con las vallas publicitarias y grandes neones como parte de su patrimonio emocional. Olmeda de la Cuesta es un pueblo de Cuenca que intenta acercar un trocito de esos lugares recreando los carteles publicitarios clásicos de nuestro país.
Se trata de una de las varias iniciativas que han llevado a cabo en esta población de Cuenca para atraer a más gente a un pueblo que llegó a tener 400 habitantes en los años 40 y que no ahora no son más de 15 habitantes. José Luis Regacho llevó a cabo la idea de decorar Olmeda de la Cuesta recreando carteles de anuncios míticos de nuestro país. Comenzó con el de Nitrato de Chile y el pueblo cuenta ya con cerca de 80 reproducciones entre carteles, anuncios en chapa y otros más especiales como el neón de Schweppes que luce en la Gran Vía de Madrid.