Mónica nació en Guinea Ecuatorial, pero con 6 años es enviada por su padre a estudiar en el extranjero, concretamente a Corea del Norte. Durante 15 años vive en un país ajeno, con una cultural distinta y con una apariencia, una piel morena y un pelo rizado, que la hace resaltar de entre todos los demás.
Cuando se hace adulta decide averiguar quién es. ¿Es guineana? ¿coreana? ¿española? Esta crisis de identidad le hace renunciar a la comodidad que tenía en el país asiático y recorrer el mundo para descubrir sus orígenes. Ahora Mónica lo tiene claro y lo ha reflejado en su libro “La Chica negra de Pyongyang, en busca de mi identidad”