La mentira de las pseudociencias: ¿por qué hay gente que todavía cree en las supersticiones?
La Audiencia de Barcelona juzga a una vidente por estafar 31.400 euros a una mujer para evitar la muerte que le había pronosticado. La actriz Salma Hayek contrató a una medium para expulsar a los fantasmas que estaban en su casa. Y hace años, se desveló que el expresident Jordi Pujol acudía a una pitonisa. ¿Cómo es posible que todavía haya personas que crean en las pseudociencias?
Estos días se juzga en la Audiencia de Barcelona a la vidente Pepita Villalonga, una mujer de 77 años a la que acusan de estafa por haber cobrado 31.400 euros por tres rituales mágicos para evitar una muerte que le había pronosticado. La vidente y dos colaboradores se enfrentan a ocho años de prisión, seis por estafa y dos por organización criminal.
La mujer estafada cuenta que Pepita le leyó las cartas en su gabinete de Barcelona y le dijo que no iba a llegar al final de la semana. Según la vidente, a la mujer le habían echado un mal de ojo y estaba condenada a una muerte segura. No sólo ella, también sus perros, salvo que Pepita interviniese. Para eso, por supuesto, la denunciante debía pasar por caja.
También esta semana, se ha sabido que la actriz Salma Hayek pagó a una medium para que expulsara a los supuestos fantasmas que habitaban en su casa. Y hace años, Espejo Público desveló que el expresident Jordi Pujol acudía a una pitonisa ubicada en Andorra para consultarle cuestiones no sólo personales, sino también políticas.
¿Cómo es posible que aún se siga creyendo en este tipo de pseudociencias?
Según Jorge Javier Frías, presidente de ARP Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico, como seres vivos que somos, queremos respuestas inmediatas y esta es una forma que hemos tenido de satisfacer nuestra curiosidad desde el principio de los tiempos.
Frías se remonta a la época de Babilona, cuando surgió esta técnica, que evolucionó con los egipcios y posteriormente los griegos, siendo estos últimos los que la transformaron a lo que conocemos hoy en día: "Antes, la evidencia era una cosa de Estado, pero con los griegos pasó a ser una cuestión personal, nos comenzaría a afectar a nosotros mismos. De ahí que veamos el horóscopo como una cosa nuestra".
Las grandes figuras siempre han creído en este tipo de pseudociencias. Prueba de ello es Maritxu, la bruja de los políticos vascos que falleció en 1993, pero por la que pasaron personalidades de todo tipo de ideologías: "España es un país de reliquias. Los Reyes las querían para que les trajeran suerte. Hasta Franco, que decía que tenía el brazo incorrupto de Santa Teresa".
¿Cómo funcionan este tipo de prácticas?
Según Frías, todas estas prácticas están rodeadas de un teatro que tiene que generar cierta credibilidad para que la persona estafada crea que le va a funcionar. Entran en juego muchos factores, también psicológicos que hacen que cuando llega la persona, ya vaya predispuesta a creérselo todo.
En el momento en que la superstición entra en un cerebro inteligente, ese cerebro ya se pone a defender a este tipo de pseudociencia. ¿Por qué? Básicamente, porque así funciona nuestro cerebro. Los seres humanos aplicamos estas prácticas a lo que queremos "y a veces eso es más lesivo", explica.
No obstante, asegura que cada vez son más los escépticos al respecto: "Desde la II Guerra Mundial, la física avanzó mucho. Muchos de estos escépticos que surgen en EEUU son gente de ciencia que no se han interesado en estas cosas porque les parecen patrañas. Pero en 1975 se crea un manifiesto contra la Astrología firmado por varios premios Nobel y tuvo mucho éxito. Años después, en 2005, en España se hizo otro manifiesto en el que se decía que la Astrología no tenía sentido".