Javier Sotomayor, el ‘recordista’ del salto de altura imbatible durante 34 años
En 'Por fin no es lunes hablamos con Javier Sotomayor, el saltador de altura con uno de los récords más longevos del atletismo. Con una marca de 2,45 metros, el 27 de julio de 1993 Sotomayor batió su propio récord pasando a los anales del deporte.
El 29 de julio de 1989 ocurrió un hecho histórico: Javier Sotomayor se convertía en la primera persona del mundo en saltar 2 metros y 44 centímetros, la misma altura que tiene una portería de fútbol. El atleta cubano hacía historia en Puerto Rico, en el estadio Sixto Escobar, en el Campeonato Centroamericano y del Caribe de Atletismo. Allí, al segundo intento, rompía la marca mundial establecida un año antes por él mismo en Salamanca.
Cuatro años después, el 27 de julio de 1993, este gigante del atletismo superaba de nuevo su propio récord. A las nueve y cuarto de la noche, el "príncipe de las alturas" lograba una de las hazañas más extraordinarias del atletismo universal: batía en Salamanca el récord mundial de salto de altura con una marca de 2,45 metros. Casi treinta años después, aquella proeza, aquel "vuelo eterno" de Javier Sotomayor no ha conseguido ser superado. El Tigre de Limonar sigue siendo el único hombre de la historia que más alto ha volado con el impulso de sus piernas. Y por eso, hoy hablamos con él en 'Por fin no es lunes'.
Un niño con sangre de campeón
El camino al récord del salto del altura no siempre estuvo en los hados. Sotomayor nos ha explicado que en su familia no había ninguna persona vinculada al deporte y que, por tanto, fue descubriendo su pasión y, sobre todo, su talento conforme se implicaba por propia voluntad en el atletismo.
Sin embargo, comenzó alejado de los saltos, tal vez condicionado por su "miedo a las alturas". "Cuando comencé a practicar atletismo con diez años, el salto de altura era una de las disciplinas que menos disfrutaban porque, de hecho, me daba bastante miedo", ha explicado el saltador.
Así pues, no fue hasta los catorce años cuando Sotomayor comenzó a vislumbrarse como gran saltador. Poco a poco, fue mejorando y exhibiendo su talento en cada una de las competiciones de las categorías inferiores, cuestión esencial para fomentar su fe y confianza en sí mismo. "Con dieciséis años tuve la suerte de hacer grandes saltos que me motivaron para ser recordista mundial absoluto" comentaba el atleta apuntando que "fue entonces cuando me planteé ese objetivo".
Dicho y hecho. La motivación, el talento y el esfuerzo de Sotomayor fueron esenciales para lograr su meta ya que, tal y como ha argüido, "fui un saltador que dependía de mi propia fuerza". Así, en el año 88 consiguió un récord al que le sucedieron otros tantos que, competición tras competición, regalaba al palmarés del atletismo.
"Tuve la suerte de tener talento para saltar, pero la disciplina, la constancia, la motivación y los grandes entrenadores que tuve fueron fundamentales para lograr el objetivo", ha añadido.
Recordista durante treinta y cuatro años
Treinta y cuatro años después de aquel récord del 88, Javier Sotomayor sigue ostentando el título de 'recordista' mundial en salto de altura, algo que jamás imagino. "Cuando hice mi primer récord en el año 88, pensé que en seguida sería batido", confesaba el atleta al tiempo que mostraba su alegría por preservarlo treinta y cuatro años después.
No obstante, Javier es consciente de que probablemente, el récord de altura no siempre preserve su nombre. "Los récords no son para siempre precisamente porque son batibles, así que estoy convencido de que algún día alguien me superará", ha manifestado.
En cualquier caso, Javier Sotomayor, ese atleta que a su retirada del atletismo se volcó en la música, todavía podrá seguir disfrutando de la "bonita sensación" que es ser 'recordista' mundial y, más aún, cuando preservas el título durante tantos años.