La impresionante historia de Jorge, el primer hombre en ser aceptado por una manada de leones
Jorge Alesanco es madrileño y desde 2007 convive con una manada de leones en Kenia. Esta es su impresionante historia.
¿Cómo es posible que un hombre pueda convivir con una manada de leones? Nos lo explica Jorge Alesanco, madrileño que desde 2007 convive con una en Kenia y que ahora refleja el resultado en su documental 'El rey de la sabana', ganador de la Medalla de Oro como Mejor Documental de Naturaleza en el New York Festival.
El español que ha sido aceptado por los leones
"Después de dos años de seguir a la manada, esta vez ha sido la manada la que se ha acercado a mí. Las leonas han venido y se han tumbado a mi alrededor. Podían haberme atacado si hubieran querido. Me están empezando a demostrar los primeros afectos claros [...]. Creo que han empezado a aceptarme como si fuera uno más de la manada". Es la voz y la experiencia de Jorge Alesanco, el protagonista del documental 'El rey de la sabana'.
Amante de los animales desde que era muy pequeño, su amor por África comenzó con 4 años gracias al trabajo de Félix Rodríguez de la Fuente y sus fotografías de tribus. "Eso me hechizó. Así que con 35 años, conseguimos venir a África y montamos un campamento. Fue cuando todo mi interés se volcó en el león, el animal que más se parece a mí", cuenta en Por fin no es lunes.
¿En qué momento se dio cuenta de que era uno más de la manada?
Asegura que como etólogo, ha tenido muchísimas experiencias con animales y sabe, por ejemplo, la importancia de hablarles desde el principio. Por eso, siempre que acompañaba a la manada, les hablaba con un tono normal, tranquilo, que transmitiera que su intención con ellos era distinta a la de otros hombres.
Explica que hubo un día en que las ruedas de su Land Rover se pincharon y él se quedó en el coche viendo cómo los leones se acercan y se tumbaban a su alrededor: "Yo los vi en armonía, unos dormían, otros se lamían. Es decir, tenían actitudes completamente sociales. Intenté disimular para que no vieran que tenía miedo y no hubo problema".
Considera que ese momento y la reacción de los leones es la "máxima interacción" que puede demostrar un animal, el hecho de que se quede dormido a tu lado.
Se define como un "observador silencioso", aunque tiene una línea roja que nunca traspasa y nunca deja que los leones traspasen: "Cuando hay algunas leonas que quieren tocarme o acercarse, las doy un toque para que no lo hagan. Unas connotaciones de voz, un golpe en el zapato que ellas comprenden, respetan y siguen con sus actividades".