Ignacio Martínez, sobre la prohibición de la caza del lobo: "Estamos contribuyendo a que haya gente que pueda continuar con su actividad, pero respetando el medio"

La Comisión Estatal para el Patrimonio Natural y la Biodiversidad acordó el pasado jueves incluir al lobo ibérico en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Lespre). Tras una votación muy ajustada, esta decisión se materializará ‘próximamente’ a través de una orden ministerial.

En ese momento, el lobo pasará a estar protegido en toda España y se prohibirá su caza deportiva, que todavía estaba permitida al norte del río Duero, en las comunidades autónomas de Castilla y León, Galicia, Asturias, Cantabria y La Rioja, donde habitan más del 90% de las poblaciones de lobo (entre 2000 y 2500 ejemplares en todo el territorio español).

Las asociaciones ecologistas y animalistas califican esta decisión como “histórica”. Las regiones anteriormente mencionadas y las asociaciones de ganaderos se oponen a una decisión que, dicen, “se ha tomado sin tener en cuenta al mundo rural”.

Ignacio Martínez, presidente de la Asociación para la Conservación y Estudio del Lobo Ibérico (ASCEL), asegura que en términos estadísticos el lobo no es un problema económico para la ganadería. España y los ciudadanos estamos contribuyendo a que haya gente que pueda continuar con su actividad, pero respetando el medio".

Sin embargo, Román Santalla, ganadero gallego y secretario de ganadería de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), explica que a los ganaderos se les ha dejado fuera de este debate: “Hemos tenido alguna reunión. Hemos mandado nuestra propuesta, pero en ningún momento se nos ha tenido en cuenta. Ha sido una jugada a traición porque estábamos en un plan de absoluta colaboración. Esto afecta al mundo rural y a los ganaderos. Tenemos la impresión de que se está alimentando un argumento a una gran mentira".

Para Ignacio Martínez, el lobo es un animal que tiene una importante papel, "que no se podría pagar". Por su parte, Santalla dice que los ganaderos no están en contra de estos animales, pero "somos los garantes de la población en la llamada España despoblada y día a día vemos perder nuestros animales".