George Baley (James Stewart) es un honrado padre de familia que regenta un pequeño banco. Agobiado por la situación económica, decide suicidarse el día de la Nochebuena de 1945, pero cuando está a punto de hacerlo, ocurre algo extraordinario.
A pesar del bueno de Clarence, 'Qué bello es vivir' no es un simple cuento de Navidad con ángeles y final feliz. La película de Capra es una radiografía perfecta de la sociedad estadounidense de su época. Estrenada en 1946, en las primeras navidades tras la Segunda Guerra Mundial, fue un fracaso de taquilla en su momento, pero un olvido al renovar el copyright de la cinta hizo que, en los años 70, se convirtiera en un clásico de las navidades televisivas.
Adrián Sánchez, coautor de 'Qué bello es vivir, el libro del 75 aniversario', explica en Por fin no es lunes la historia detrás de la película navideña por excelencia.
"Es la película navideña y el director lo pensaba cuando la estaba haciendo, que era la mejor película de la historia del cine. Fue una película que costó muy cara y que fue un fracaso en taquilla. De hecho, el único Oscar que se llevó fue por los Mejores Efectos Especiales. Ahí fue cuando Capra chocó contra la indiferencia del público sin entender por qué había tenido tan poco éxito", comenta.