Hay quien mira al cielo para pedir deseos, Eneko Díaz miró al suelo y vio caer una monedita, acompañada de la sonrisa de dos desconocidas y una voz que le decía ‘’chico, lo haces muy bien’’. Así se cumplió su deseo, dejar de ser invisible. Las calles de Madrid han sido su escenario durante tres años y un buen día, cantando frente al Teatro Real, una monedita cayó a sus pies con un valor incalculable. Por fin, Eneko, conseguía la atención de un público emocionado con su música.
Los años en la calle le han servido para formarse y pasar de un repertorio de 26 canciones, a poder tocar más de 200 versiones que le pedían las propias personas que pasaban por la calle. De hecho, fue una desconocida quien le dio la idea de escribir una canción sobre su experiencia como cantante callejero y así nació 'Monedita a mis pies' un tema que supera ya el millón de visitas en YouTube.
"Tocar en la calle por primera vez es jodido, es una experiencia aterradora", admite, y asegura que cuando se vio allí parado, viendo pasar a la gente no sabía ni en que momento empezar a cantar. Pronto, aquel mal trago, se convirtió en algo precioso. "Tocar en la calle me ha dado todo lo que soy ahora", cuenta.