Yale Tung Chen asegura que cuando empezaron a escuchar las primeras referencias al virus procedentes de China, en Urgencias se empezaron a preparar por si tenían que hacer frente a algún caso: "A finales de febrero empezamos a diseñar una estrategia sobre cómo tener divididas las Urgencias cuando empezaron a llegar los primeros casos".
Afirma que se dio cuenta de que era uno de los primeros sanitarios infectados el primer fin de semana de marzo cuando empezó a desarrollar síntomas muy leves: cuadro catarral con faringitis, tos seca, cuadro de cansancio, dolor de cabeza y moqueo.
Después de esto comenzó la fase inflamatoria en los pulmones, momento en el que dice que se empiezan a generar los cuadros más graves.
En el momento en que supo que estaba infectado, Yale Tung Chen decidió monitorizarse a sí mismo para conocer de primera mano cómo funcionaba el virus y cómo afectaba a los pulmones. A través de la ecografía, pudo comprobar la forma que tenía el coronavirus de evolucionar en el sistema respiratorio.
"El virus y la respuesta inflamatoria afecta al alvéolo -donde se produce el intercambio gaseoso con oxígeno-. Pasamos de ver el aire a ver que el pulmón está inflamado y es eso lo que he ido siguiendo durante tres semanas. A medida que se va resolviendo, se ve en la ecografía que el pulmón vuelve a airearse de manera normal", explica.
No obstante, asegura que el proceso de recuperación es muy lento -al igual que sucede con otras enfermedades que afectan al pulmón- y que desde que terminan los síntomas hasta que en la ecografía se aprecia la curación del pulmón pueden pasar varias semanas, incluso, mes y medio.