La recogida de la trufa es algo peculiar debido a su coste y a la dificultad que conlleva porque se necesita a un animal que detecte cuál es el estado de maduración del producto para su recogida. En esta ocasión, Javier López y Feli Sánchez hablarán sobre la recogida mediante su cerda llamada Bulla, adiestrada para recoger las trufas.
"Es uno más del equipo, es una compañera", así la definen los dueños de la empresa que prefirieron optar por esta opción antes que por un perro, lo más común. También cuentan peculiaridades como su personalidad, que le dan de comer con cuchara en determinadas ocasiones, su evolución a lo largo del tiempo y alguno de los problemas que han tenido desde que la acogieron de unos clientes murcianos.