Arturo Obegero: "Yo lo que quiero con mis colecciones es darle ese empuje final a la gente"
Hablamos en Por fin no es lunes con una de las mayores promesas de la moda española, Arturo Obegero, que ha llegado a estar desfilando en París con colecciones como las creadas a partir de telas de teatros que estaban cerrando.
Arturo Obegero es uno de los mejores diseñadores españoles. Nacido en Tapia de Casariego (Asturias), ya acapara los ojos de las grandes firmas de la moda y estilistas de todo el mundo desfilando junto a marcas de gran renombre como Chanel o Christian Dior, y vistiendo a famosos como Harry Styles.
Colecciones para dar un empuje a la gente
"Yo lo que quiero con mis colecciones es darle ese empuje final a la gente como tenían ese empuje mis artistas favoritos antes de salir a comerse el escenario", asegura el diseñador que a su vez, opina, "yo creo que la vida es un teatro, más real evidentemente".
"Venía a trabajar y a darlo todo"
Respecto a sus inicios, explica, "la verdad es que surgió de una forma muy natural" que, aunque en su familia no sabían su interés salvo su madre, cuando cumplió la edad de 17 años decidió apostar por ello donde influyó mucho el apoyo de su familia. Uno de esas ayudas familiares, cuenta, fue la idea de un sobre que creó con su madre para ir llenándose de dinero para ir a la universidad y que, cuando llego, fue era algo que se lo tomó en serio porque, aunque se lo pasó muy bien y tuvo buenos amigos, asegura, "era mi sueño y viniendo de un pueblo como Tapia no iba a jugar, venía a trabajar y a darlo todo".
Cortinas de teatro como colección
Su primera colección, comenta, "empieza todo durante el confinamiento" puesto que, tras graduarse, empezó a trabajar para una de las marcas de alta costura más antiguas del mundo hasta que decidió sacar su proyecto que coincidió con la pandemia. A raíz de eso, lleva a cabo una idea que ya tenía en la cabeza donde elabora una colección que tuvo que hacer en "solamente 10, 15 días" con la utilización de "cortinas de teatros que estén cerrando por la pandemia" porque, recalca, "me parecía algo que pertenece y está muy asociado a universo creativo" al mismo tiempo que "estas telas son testigo de los gritos, de los aplausos, de los abucheos, del sacrificio del público y de los artistas" que le pareció "algo muy bonito y muy romántico, e incluso poético". De esta forma, recogió las telas de algunos teatros de Australia, de Reino Unido o de Bélgica creando una gran colección que sigue utilizándose hoy en día en sus colecciones.