Anna Ortiz: "Perder un hijo me hizo darme cuenta de que pasa la vida y no la vivimos"
Jaime Cantizano entrevista a Anna Ortiz, mujer de Andrés Iniesta, que cuenta en el libro 'Mi luz' los momentos más duros de su vida: sufrir un aborto a las 31 semanas de embarazo y vivir la depresión de su pareja
‘Viaje’, ‘Pareja’, ‘Fama’, ‘Familia’, ‘Maternidad’. Son algunas de las palabras que definen la vida de Anna Ortiz. Pero también -y está bien, porque, igual que las anteriores, también forman parte de la vida- sabe de primera mano lo que significan palabras como ‘pérdida’, ‘depresión’ o ‘dolor’.
Anna es la autora de un libro que se llama ‘Mi luz’ y es, además, la mujer de Andrés Iniesta. Y es un hecho importante éste porque el futbolista forma también parte esencial del libro. Con él tiene cuatro hijos y comparte los buenos momentos, sí, pero también esos que forman parte de la cara B de la felicidad.
Nunca se le había pasado por la cabeza escribir un libro, reconoce, pero pensó que era una buena idea compartir sus vivencias y su experiencia con otras personas. Le da cierto pudor ser el centro de atención, pero poco a poco se va acostumbrando)
Lleva en Japón desde 2018, porque Andrés fichó por un equipo japonés, concretamente el Vissel Kobe, pero antes barajaron destinos como Emiratos Árabes o China. Y ella encantada con la idea porque siempre, desde pequeña, la ha atraído todo lo oriental. Tanto que le pedía a su padre libros sobre budismo mientras su madre pensaba, dice entre risas, "esta niña es rara…”
"Dentro del caos siempre intento mantener la calma", asegura. Quizá ese espíritu zen es lo que la une con la filosofía oriental.
“La piel es irremplazable” es una de sus frases, y da una idea de lo importante que es para ella la familia. Por eso lleva fatal los dos años que han pasado desde que vio a sus padres y a su hermana por última vez. De hecho, dos años es justo la edad que tiene su hijo pequeño, Romeo, al que su familia ha visto crecer sólo es vídeo.
Sobre su relación de pareja, asegura que para que salga bien es importante el equilibrio entre mantener la independencia y ser el complemento de tu pareja. Andrés y ella se entienden a la perfección y se comprenden mutuamente. Sobre si la fama afecta a su relación de pareja, Anna lo tiene claro. "En casa es Andrés, no la estrella del fútbol".
Tienen cuatro hijos, aunque ella nunca había pensado en tener familia numerosa. De hecho, en su entorno alucinaron cuando, con 24 años, les dijo que estaba embarazada. "Siempre pensé que sería la última y fui la primera", cuenta Anna. Cuando nació Valeria, su primera hija, se convirtió en la princesa de todas sus amigas.
"Algo no va bien"
En mayo de 2009 el Barça consigue su tercera Champions. Unos días después, en una cena, Anna se da cuenta de que algo no va bien con Andrés -o, mejor dicho, en Andrés-. Le pregunta pero él le dice que no es nada, que simplemente le duele el estómago. Ese verano viajan a Formentera y recuerda que se pasa las vacaciones tomando infusiones para una gastroenteritis que, en realidad, no es otra cosa que una depresión. “No hemos vuelto a Formentera porque me trae unos recuerdos horribles”, dice.
La situación de Andrés va a peor cuando el 9 de agosto muere su amigo Dani Jarque -cuyo nombre llevó después escrito en la camiseta que enseñó al celebrar el gol del Mundial de Sudáfrica-. Sufre vértigos, cansancio… y un día, después de un entrenamiento, llega a casa y decide que hay que buscar ayuda. En ese momento no vive con Anna, pero ella lo acompaña en todo momento. "No quería que me fuera", recuerda. "No quería estar solo, a veces nos pasábamos tardes enteras sentados en el sofá, de la mano, sin hacer nada".
“Es increíble lo poderosa que es la mente” dice en el libro. “Poderosa” para mal porque puede hacerte caer en una depresión. Pero también para bien, porque en menos de 10 meses Andrés Iniesta estaba marcando el gol que nos dio el Mundial de Sudáfrica, recuperado gracias al apoyo de su entorno y, sobre todo, a la ayuda profesional. Anna se deshace en elogios hacia la forma de encarar la enfermedad que tuvo su marido.
Una estrella que cuida de la familia
Después de Valeria, Anna vuelve a quedarse embarazada y la vida le pone delante el momento más duro que ha vivido. Un momento del que también habla abiertamente. El embarazo complicado desde el principio y acaban perdiendo al bebé, Andrés Jr, a las 31 semanas de gestación. Son casi ocho meses de embarazo. Las implicaciones a nivel emocional y físico de perder un bebé a esas alturas de embarazo son demoledoras porque, entre otras cosas, la madre debe parir al bebé, aunque sabe que no está vivo. Finalmente a Anna tuvieron que hacerle una cesárea, pero la experiencia es traumática. “No recuerdo nada, estaba en shock”, dice.
Seis años después del aborto, y algunos hijos después, hablan por primera vez de lo ocurrido. Dice que llegó un momento en el que en su cabeza sintió un clic y que se dijo: “Valeria, ya” Y que por eso pudo contarlo públicamente. Se refiere a Andrés Jr, aquel bebé, como una estrella que cuida de toda la familia. En sus redes le dedicó un texto que decía, entre otras cosas: “Hoy sé que tu camino aquí; con nosotros; debía ser ese. Y me siento aliviada y feliz por ello. A papá y mamá nos hiciste indestructibles y nos uniste más. Nos enseñaste lo que significa VIDA. Hoy y cada día te doy las gracias por cuidarnos, porque así lo siento. Para ti… nuestra estrella. Te queremos”