Un abogado consigue que el Tribunal Supremo reconozca que su apellido es un "bien a proteger"
Miguel Ángel Rodríguez Vacelar inició un complejo procedimiento que ha durado seis años para preservar el apellido de su madre, que cuenta con más de 300 años de antigüedad y que estaba en peligro de desaparecer.
La historia de Miguel Ángel es la historia de una lucha, un abogado que se propuso que el apellido de su madre no desapareciera ya que cuenta con más de 300 años de antigüedad y está en notorio estado de desaparición. Él nunca pensó que se encontraría tantas dificultades. De hecho, comenzó su lucha con 37 años y ahora con 43 ha conseguido su objetivo: el Tribunal Supremo le ha dado la razón y en una sentencia pionera reconoce que su apellido materno es un bien a proteger.
Miguel Ángel afirma que toda la gente que tiene un apellido diferente se siente más identificada con él, más si es por ese apellido por el que te conocen. En su caso, se trataba del apellido de su madre, Vacelar, un apellido con historia y que, por llevarlo en segundo lugar, corría el riesgo de perderlo y no poder trasladárselo a su hija. Afirma que comenzó a pensar en la posibilidad de hacer algo cuando su mujer se quedó embarazada y ahí fue cuando empezó a estudiar la Ley de Registro Civil y el Reglamento para solicitar el cambio: "Lo que menos me imaginé fue que llegaría al Tribunal Supremo".
¿Es fácil cambiar de apellido en España?
Explica que la ley española lo que regula es el cambio de apellidos en general, algo bastante complicado en nuestro país porque aquí, además de ser vectores de identidad, también suponen la determinación de la afiliación, es decir, quiénes son los padres y las madres.
La ley regula en qué supuestos muy tasados se puede realizar el cambio de apellido: el primero y principal, porque se te conozca así: "Tú acreditas el uso, que se te conoce así y, si lo haces, te lo cambian". El segundo supuesto es la excepción, que "no es necesario acreditar el uso si acreditas que el apellido es español y que está en notorio peligro de desaparición".
Miguel Ángel explica que él optó por la segunda opción, para lo que acudió al INE y buscó cuántas personas había en España con su apellido, "nueve en primer lugar y once en segundo, así que lo de que estaba en peligro de desaparecer ya lo tenía acreditado". Después, buscó todos los certificados de nacimiento de sus antepasados por línea Vacelar: "Llegué a 1665 con un antepasado mío que se llamaba Gregorio Vacelar Gómez y que al parecer era cirujano".
Sentencia pionera
Después de mucho esfuerzo y seis años de trabajo, Miguel Ángel consiguió su objetivo, que su apellido fuese reconocido como "bien a proteger", una sentencia pionera en España porque es la primera vez que una instancia judicial se pronuncia de esta manera: "La Justicia ha amparado la protección".
Reconoce que todo el revuelo causado le llamó al principio la atención porque siempre pensó que era una "tozudez" suya, pero que ha descubierto que mucha gente tiene cariño a apellidos que son suyos y que no los tienen muchas personas. Aún así, afirma que siempre contó con el apoyo de su familia, en especial de su mujer, que desde el inicio le apoyó".