DART, una misión contra un asteroide poco cinematográfico
En Por fin no es lunes, en Divulga que algo queda Mario Viciosa nos cuenta cómo la NASA lanzó el pasado miércoles la primera misión dedicada a ensayar si somos capaces de desviar un asteroide mediante una nave espacial. Además, nos resuelve la duda de la semana: ¿Por qué se nos caen los dientes de leche?
Un domingo más, nuestro divulgador científico Mario Viciosa nos acerca a la ciencia de forma sencilla. Hoy en Divulga que algo queda nos cuenta cómo el pasado miércoles la NASA lanzó la primera misión dedicada a ensayar si somos capaces de desviar un asteroide mediante una nave espacial. ¿Cómo pretenden hacerlo? ¿A base de dinamita como en Armageddon? 23 años han pasado desde el estreno de Armageddon, que recibió varios reconocimientos por ser una de las películas con más errores o exageraciones científicas de la historia del cine. Empezando por que no se puede reventar un meteorito tan grande como el que plantean con la cantidad de combustible nuclear que usan los protagonistas.
La misión DART que acaban de lanzar es un ensayo para probar a desviar asteroides. Desviar asteroides tiene algunas ventajas. La primera, que no haces que queden pedazos sin control por ahí flotando y que, no sólo pueden terminar cayendo. Pueden impactar contra nuestros satélites o la estación espacial. La segunda ventaja de DART y lo que venga es que son misiones de bajo coste. DART es literalmente un dardo que lanzamos contra una roca que no es exactamente un asteroide, sino la luna de un asteroide. Dimorphos, se llama este satélite que vamos a desviar y que actualmente gira alrededor del asteroide Didymos.
¿Cuándo impactará contra el asteroide?
Entre el verano y el comienzo del otoño de 2022. Lo podremos ver, pero no en directo. La grabación nos llegará con bastante retraso porque Dimorphos estará para octubre de 2022 a 11 millones de kilómetros de la Tierra. Y quien lo grabará será un satélite italiano con forma de lavadora llamado LICIACube, que también se ha lanzado con DART en uno de estos cohetes enormes de Elon Musk, un Falcon 9. Ésta al final es una misión suicida, algo relativamente común en las misiones de exploración espacial. Cuando la sonda DART se estrelle contra esa diminuta luna, alterará su velocidad en medio milímetro por segundo. Cambiará su periodo de rotación. Un radar lo medirá desde la Tierra, desde donde también analizaremos sus variaciones de luminosidad para ver qué ha sido de él.
Pero que nadie se preocupe porque no hay ningún peligro para la Tierra. No es como en Armageddon, que ya venía directo a la Tierra un pedrolo del tamaño de Texas. Dimorphos tiene el tamaño del Coliseo de Roma, que ya es bastante para liarla parda. Pero no está enfilado hacia nuestro planeta. Es sólo un buen candidato para probar esta tecnología. Pasa más o menos cerca de la Tierra de vez en cuando, pero lo suficientemente lejos como para no suponer ninguna amenaza. Y eso que se conoce desde hace bien poco, desde el año 2003. El tipo de asteroide que es Dimorphos, por tamaño, impacta contra nuestro planeta una vez cada mil años.
En Por fin no es lunes, Mario Viciosa también nos responde a la duda de la semana. ¿Por qué se nos caen los dientes de leche? ¿Quieres conocer la respuesta?