Nos queda en la actualidad política la digestión social de una semana que ha sido clarificadora y, al mismo tiempo, muy áspera, por eso conviene estar atentos a las próximas encuestas.
Veníamos viendo dos tendencias desde agosto: bajaba el PP poco a poco después de Feijóo y la euforia post andaluza, y simultáneamente venía subiendo décima a décima el PSOE, muy poco pero remontaba. A ver qué pasa ahora, a ver porque la aprobación de los presupuestos tan marcada por las exigencias de ERC y Bildu puede tener consecuencias demoscópicas en el electorado socialista y también ley del 'sí es sí'.
Es posible que veamos algo de desmovilización, más desilusión en la capa social-progresista y, es probable, que el traspaso de votos del PSOE hacia al PP que se estaba estrechando pueda abrirse de nuevo porque el interés está en las encuestas, en los datos que ya tenemos disponibles que son claros y que nos dan pistas.