De la erradicación de la viruela en 1980 al brote de viruela del mono
Aunque los casos de viruela del mono no dejan de crecer, el Gobierno descarta una vacunación masiva contra esta enfermedad y recuerda que la mayoría de los mayores de 40 años están ya vacunados contra la viruela, una enfermedad erradicada en 1980 que recordamos en la Cápsula del Tiempo de Por fin no es lunes.
España es el país con más casos confirmados de viruela del mono, además de otros tantos sospechosos que se están analizando. El brote ya afecta a más de 20 países, la mayoría europeos, donde la enfermedad no es habitual según indica el Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades. Y aunque la Organización Mundial de la Salud y las autoridades sanitarias indican que puede controlarse, el Ministerio de Sanidad ha anunciado que comprará vacunas y antivirales contra la viruela del mono. Aun así, el Gobierno descarta la vacunación masiva pese al aumento de los casos. Además, se apunta a que la población que hoy tiene más de 40 años ya está vacunada frente a la viruela, enfermedad prima hermana de esta, que se erradicó en 1980, como recuerda Andrés Moraleda en la Cápsula del Tiempo de Por fin no es lunes.
La historia de la erradicación de la viruela es la historia del éxito de una campaña de vacunación, la primera de la historia, que comenzó a principios del siglo XIX. En ese momento la viruela era una epidemia de la que Voltaire calculó que el 60% de la población la padecía y el 20% moría por esta causa. Era la primera causa de mortalidad en Europa y la segunda enfermedad más mortífera de la historia tras la peste. Además, estaba el estigma del que la padecía. A medida que se propagaba, en Asia, se descubrió un remedio: la inoculación. Un método que trajo a Europa la escritora británica Lady Montagu y que aplicó con éxito el médico Edward Jenner, inoculando la viruela de las vacas en humanos. De esta manera, la vacuna de Jenner llegó a oídos del cirujano español Javier de Balmis, que convenció a Carlos IV para organizar la Expedición Filantrópica de la Vacuna.
La expedición Balmis partió de La Coruña en 1803 con 22 huérfanos que transportaban la vacuna a través de su propia inmunización. Niños que iban acompañados por la rectora del orfanato, la enfermera Isabel Zendal. De esta manera, la expedición Balmis llevó la vacuna de la viruela hasta las Islas Canarias, América, Filipinas y China. Aun así, todavía tendrían que pasar más de 100 años hasta que la viruela fuera erradicada, oficialmente, en 1980. ¿Cómo se consiguió? Pues a través de vacunas, vacunas y más vacunas, como explica en la Cápsula del Tiempo el vacunólogo José Tuells, profesor de la Universidad de Alicante donde dirige la Cátedra Balmis de Vacunología UA-ASISA y miembro de la Real Academia de Medicina.
¿Cómo se erradicó la viruela?
La Expedición Filantrópica de la vacuna fue todo un hito y un éxito, pero aun así la viruela siguió siendo un problema de salud pública durante más de 100 años. Se calcula que solo en el siglo XX causó unos 500 millones de muertes. Durante años, cada país realizaba sus propias campañas de vacunación, pero la viruela seguía afectando a un gran número de personas. A mediados de siglo XX, la enfermedad afectaba a casi dos millones de personas al año según la OMS. Por todo esto, en 1958, Víktor Zhdánov, viceministro de Salud de la Unión Soviética, propuso a la Asamblea Mundial de la Salud (de la OMS) una iniciativa global conjunta para erradicar la viruela. La propuesta fue aprobada en 1959. Pero no fue hasta 1967 cuando comenzó la campaña de vacunación masiva. Ese mismo año se registraron 2,7 millones de muertes por viruela en todo el mundo.
La versión Variola major (la más grave) fue detectada por última vez en Bangladés en octubre de 1975 en la niña de dos años Rahima Banu. El 26 de octubre de 1977, se divulgó el último caso de viruela (de la variedad Variola minor) contraída de manera natural, en Somalia, por un hombre de 23 años llamado Ali Maow Maalin. Fue el último brote de viruela. En 1978, y debido a un accidente de manipulación del virus en un laboratorio de Gran Bretaña, la fotógrafa médica Janet Parker contrajo el virus y murió el 11 de septiembre de dicho año. Fue la última muerte humana registrada por este virus en el mundo. El 8 de mayo de 1980, la XXXIII Asamblea de la OMS aceptó el Informe final de la Comisión Global para la certificación de la erradicación de la viruela.