Un atajo... enmascarisco, disfrazante y divalgado
Uno de esos para ser, estar y parecer lo que se es sin estar seguro de a lo que se parece.
D-I-S-F-R-A-Z. Disfraz: artificio que se usa para desfigurar algo con el fin de que no sea conocido. Vestido de máscara que sirve para las fiestas y saraos, especialmente en carnaval. Simulación para dar a entender algo distinto de lo que se siente. Esta última, ¡qué interesante!. Hay que acepcionarse esta vez. Púa en alto Sabinoloto, este año, el furor se lo llevan el disfraz de test de antígenos o de teta, léase de pandemia o festivaleros. Bien, pues se me arruga el hocico pues esos disfraces dicen más de nuestros tiempos que el harapismo político al que nos vemos sometidos cada vez que abrimos el armario de reparto.
Breve cronología del disfraz
Hace mucho tiempo, cuando la sociedad acababa de construirse y dividirse en tribus en la etapa prehistórica, los primeros hombres comenzaron a utilizar ciertos “disfraces”, las pieles de animales para adquirir sus características y habilidades. Este no sería el inicio del carnaval, pero cuando esas prendas se utilizaban para amenazar o asustar a otras tribus, ya empezaba la cosa a coger un poco de finalidad cómica.
¿Quién no ha pensado en enrollarse con papel higiénico y aparecer así en una fiesta? Pues el original de esta idea se le debe mucho a los egipcios, que hacían grandes fiestas en honor al ilusionismo a través de los elementos naturales, las joyas y los rituales.
¿Carnaval con historia?
Venecia. Desde la edad media, para mezclarse las clases sociales sin reconocidos. Qué interesante, si el de Uganda no hubiera ido vestido así si no de otra forma, entonces hubiera saludado. De la mascara al confeti y la samba de Brasil… a los cómics, los cossplays y los crossplays. Otra cosa son los trajes típicos, no mezclemos la gracia con la graciosidad. Por unas horas ser lo que te gustaría ser o no ser directamente lo que se es, es un privilegio del ser racional. Aunque digamos que el amplio bosque, uno a veces cree que hay castores vestidos que han confundido el ir vestido con el ir disfrazado y al revés. ¿Máscara, careta, antifaz?
La máscara que homogeniza a todo el que se conecta con ella
Hay quien se pone para quitarse y quien se la quita para proponerse. El delante y detrás de las máscaras es un juego tan antiguo como el cucu-tras. Ahora estás, ahora no estás. Ahora te leo, ahora modo avión, ahora me ves, ahora doble check. ¿Será que vivimos en un mundo disfrazado de a saber qué?
Digo Sabino, que tú por sabio, y yo por pesada, podríamos llegar a la conclusión de que hay una máscara que homogeniza a todo el que se conecta ella. Esa que les hace tan sonrientes, tan motivados, tan esplendidos, tan radiantes a tantos a la vez mientras por otro lado vemos datos de la cara B de la salud de las cabezas. ¿Es que la cara oculta de la luna, el remitente, la pagina siguiente, la parte de atrás de la rodilla, las trastiendas ya no interesan a nadie? Como todo es ir de cara, pues la careta por la espalda que diría el leñador. Último tralarito. Por mucho que la mona se vista de seda, o alguno tenga corazón de león, melena hasta los pies y asansonadas las certezas. Aunque yo me ponga la piel de cordero, lobo me quedo, y nada tenía y que nada tenga.