Un atajo... apesadumbrero, sueñástico y recurriente
Un atajo para pellizcarse y seguir soñando aunque sea con lo peor, pues la realidad ya ha superado todos los estadios de la pesadilla interior.
Un atajo... apesadumbrero, sueñástico y recurriente
P-E-S-A-D-I-L-L-A. Pesadilla. Ensueño angustioso y tenaz. Opresión del corazón y dificultad de respirar durante el sueño. Vamos, que no tiene gracia. Que si te la crees te puede dar un infarto.
Hay pesadillas que las ves venir, a lo lejos. Persona o cosa enojosa o molesta. Personas que se convierten en auténticas pesadillas vivientes. Y luego está tu soñador interior que lucha cada día por superar los terrores nocturnos después de las jornadas maratoniatas de información negativa.
Pero no nos olvidemos que las pesadillas son sueños también. Estos sueños suelen ser complejos y bastante largos. Durante el sueño la persona por lo general se encuentra con o experimenta una amenaza para su vida o su seguridad, aunque también es posible sufrir pesadillas que no implican peligro físico.
¿Por qué no nos creemos lo que soñamos? ¿O por qué no le damos importancia a los sueños? Sobre el significado de los sueños hay mucho horóscopo. No sé si habrá tanta hemeroteca como para determinar los casos en los que las personas sueñan con llevar a cabo pesadillas reales durante el día, como el de Texas.